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En este año del 2001 que comienza, va a suprimirse, o al menos a interrumpirse momentáneamente, una de las actividades más definitorias y ligadas al varón español, que en las últimas décadas se ha conocido popularmente como «la mili». El servicio militar preveía que los mozos, una vez llegados a determinada edad, tuviesen que cumplir durante un período de tiempo con unos deberes que leyes y gobiernos fueron fijando según sus conveniencias. Desde una real Cédula de 1704, un español de cada cinco (por eso el nombre de «quinto») se veía obligado tras el sorteo correspondiente a cumplir con las labores y oficios que la normativa vigente le tuviese dispuestos. Antes de ello, se iniciaba, en su propia comunidad, el rito o ritos que en cada lugar servían para diferenciar a un niño de un mozo. -Muchos hábitos, costumbres, cánticos, refranes y dichos populares se han producido y conservado gracias a esta circunstancia, que convertía a los «potenciales» hombres en depositarios de una rica y variada tradición.