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Para enmarcar la cuestión de la que nos vamos a ocupar en estas líneas, lo mejor, en nuestra opinión, es recurrir a las palabras de la primera persona -que sepamos- que hizo alusión al tema, el P. Pedro Alba, a mediados del siglo XIX:
Por el camino que va de Vozmediano á Boñar por el término de Colle hay un sitio que llaman Patada de la mula por que se hallan marcadas en un banco de piedra sobre las que pasa el camino, unas cuantas pisadas que parecen de mula ó de caballo. Los naturales de los pueblos inmediatos dicen que son pisadas del caballo de Santiago cuando andaba peleando contra los moros á cuya tradición dará cada uno el crédito que quiera. Lo que sí parece estraño es que en tantos siglos como hará ya que pasa el camino por cima de dichas pisadas no se hayan éstas borrado y se conserven en el estado en que se encuentran como si no pasara por allí el camino (I).
Esta leyenda, que nos fue transmitida oralmente por nuestra madre (2), quien vivió en Colle, nos es conocida desde la niñez, con el matiz del diminutivo "Patadica" en vez de "Patada". Además, la leyenda conservada en Colle indica que Santiago puso las herraduras de su montura al revés para engañar a los moros.
Inicialmente pensamos que las "huellas" serían un fenómeno natural, geológico, sobre lo que se habría aplicado la leyenda del apóstol Santiago (3). En una visita al lugar intentamos profundizar en el tema, pero no pudimos encontrar las famosas huellas, y al preguntar a algunos habitantes de Colle nos dijeron que las "pisadas" habían sido arrancadas.
Posteriormente, hemos encontrado unas informaciones que podrán ayudar a enmarcar el análisis de este tema, y que, a falta de comprobación, pueden dar otras posibles interpretaciones además de la geológica.
Para comenzar, en la necrópolis de Argiñeta, en Vizcaya, se conserva una estela discoidal, a la que se da como datación los siglos VII u VIII, y decorada su cara frontal con "un pequeño anillo con un punto inciso en su interior y, en torno a él, diversos círculos cerrados unas veces y abiertos otras a modo de herraduras" (4). Sobre esta época, por lo que se refiere a la historia de Colle, cabe destacar que en la Cueva de la Cudrera se encontraron restos arqueológicos de la primera Edad del Hierro, la época tardorromana y la Edad Media, siendo, según el arqueólogo José Avelino Gutiérrez González un ejemplo de pervivencia de población marginal cuando Alfonso I repliega la población hacia el Norte (5).
La segunda información consiste en unos "Graffiti hechos por peregrinos en la pared del antiguo hospital de las afueras de Pons. Allí donde los peregrinos descansaban solían dejar sencillos recuerdos de su paso, como inscripciones esculpidas en forma de herraduras, cruces, coronas e iniciales" (6). En relación a caminos, es evidente, como ya dejó claro el P. Alba, que la Patadica de la Mula se encuentra en el camino que iba a Vozmediano. No conocemos que haya habido peregrinaciones en este lugar (7), aunque debe tenerse en cuenta que Vozmediano está lindando con el Monte Pardomino, donde en la Edad Media hubo una importante actividad monástica, y fueron los monjes de Pardomino, como es sabido, los que construyeron el hospital del Puerto de San Isidro para atender a las personas que transitaban por aquellos lugares.
Tras ver esto, ¿podrían relacionarse las "huellas" con el asentamiento altomedieval documentado en Colle? ¿Serían obra de algún caminante que transitara por allí? ¿Simplemente serían un fenómeno geológico? No podemos responder, aunque la relación con el camino nos parece bastante sugerente.
Y hasta aquí este aporte de materiales para la posible explicación de las "huellas" que, conocidas como la Patadica de la Mula, dieron lugar a una leyenda en Colle, municipio de Boñar (León).
NOTAS
(1) ALBA, Pedro: Historia de la montaña de Boñar, León 1864, (facsímil Madrid 1988), p. 68.
(2) Quien, además, vio la Patadica de la Mula y pudo observar cómo había "huellas" de varios tamaños.
(3) Cerca del lugar existía una ermita dedicada a Santiago.
(4) AZKARATE GARAI-OLAUN, Agustín, y GARCIA CAMINO, Iñaki: Estelas e inscripciones medievales del País Vasco (Siglos VI-XI). I. País Vasco Occidental, Bilbao 1996, pp. 183-185.
(5) GUTIERREZ GONZALEZ, José Avelino: Poblamiento antiguo y medieval en la montaña central leonesa, León 1985, pp. 203 y 247. Sobre la historia de Colle Y. MARTINEZ ANGEL, Lorenzo: Historia medieval de la zona entre Colle y Primajas. I; Tierras de León 87-88 (1992), pp. 115-134.
(6) TATE, Brian y Marcus: El Camino de Santiago, Vitoria, 1987, p. 21.
(7) Sobre la presencia de San Froilán por esos lugares que indica el P. Alba (op. cit., p. 120) escribe Julio de Prado: "D. Pedro Alba, más por intuición que por razonamientos, sitúa este encuentro en el “sitio de Montefrades” del pueblo de Vozmediano o más concretamente en uno de los varios monasterios de Pardomino..." (PRADO REYERO, Julio de: Siguiendo las huellas de San Froilán, Salamanca 1994, p. 40). Ciertamente, ya el mismo P. Alba indica que es una sospecha. Sin embargo, el topónimo "Montefrades" es significativo de vida o propiedad monástica y aparece ya en el siglo X, aunque no conocemos pruebas que puedan relacionar esto con San Froilán (MARTINEZ ANGEL, Lorenzo: op. cit., p. 129).