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SUMMARY. William Shakespeare (1564-1616), the most important dramatist on the world, wrote in his dramatic works the citation of numerous spanish wines, and not from others countries. We have obtained all the spanish wines cited by Shakespeare through the reading of all dramatic works translated into Spanish by the erudite Luis Astrana Marín (1889-1959) and in all cases we have research the ‘wine phrases’ in English editions, more or less antiques. Totally, Shakespeare cited the following Spanish wines: bastard, canary, charneco, sack (equivalent to canary or to sherri), and sherri.
Key boards: William Shakespeare (1564-1616). Dramatic works. Citations of Spanish wines in all dramas. Canary, sherri, sack and other. Literary xplanations. Statistics.
1. Justificación
Parece que es conocido por los españoles cultos, pero muy de pasada, que el gran dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616) citó elogiosamente en algunas de sus obras los, por entonces y ahora mismo, famosos vinos de Jerez, de Canarias y algún otro.
¿Habrá que ser un erudito en Shakespeare o, a lo mejor, un erudito en enología histórica, para entrar en el estudio de sus obras y obtener las famosas citaciones elogiosas? Pues yo no soy ni lo uno ni lo otro, pero sí que me he leído a plana y renglón sus obras, traducidas al español. Y cuando he llegado a conocer una de estas citaciones, las he apuntado (título, acto, escena, frase española) y después las he ido contrastando, cita tras cita, con una buena edición de las obras shakesperianas en inglés (dicen que está atrasada pero es buena: he dispuesto en la Biblioteca Nacional de la edición Dramatic Works…, London, 1863, y, adicionalmente, en la biblioteca de la Real Academia Española de la Lengua, de algunas otras más que citaré en concreto).
Y he obtenido el resultado que figura en este humilde, y nada pretencioso, artículo.
2. Un antecedente
Pues bien, las obras completas de William Shakespeare las he leído en mi casa, ya que hace bastantes años dispongo en mi biblioteca de lo que fue la primera traducción, íntegra y completa, de las obras del excelso dramaturgo y poeta inglés, efectuada por ese gran erudito que fue el académico Luis Astrana Marín (1889-1959). Publicó en la editorial Aguilar una primera edición, en 1941, aunque la versión que tengo es de la misma editorial, pero del año 1961, calificada de “versión definitiva” (son 2.208 páginas, en papel biblia). Este preciado volumen lo compró mi esposa el 5 de enero de 1963 (como regalo de Reyes) cuando vivía, trabajaba y estudiaba en Alicante.
Y el antecedente a que se refiere este parágrafo es el magnífico “estudio preliminar” de Astrana Marín (pp. 13 a 119, a 2 columnas), en cuya magnífica primera parte, titulada: “Introducción al mundo de habla hispana”[1] (pp. 13 a 21) dedica las pp. 18 y 19 para tratar de la influencia de las costumbres y de las palabras españolas en la obra del dramaturgo. Y así leemos todo lo que sigue:
“¿Quién ha cantado nuestro vino de Jerez como lo cantó Shakespeare por labios de Falstaff? El lector puede consultar, a este respecto, la Primera parte de Enrique IV (acto I, escena IV), la Segunda del mismo rey (acto IV, escena III), Las alegres casadas de Windsor (acto III, escena V), la Noche de Epifanía (acto II, escena III). El baile (zapateado) y el vino de Canarias aparecen con frecuencia citados y elogiados por Shakespeare. En la referida Segunda parte de Enrique IV (acto II, escena IV) se lee lo siguiente… [aquí el texto en inglés que en su lugar traeré]. Otras referencias figuran en The Merry Wives of Windsor y en Twelfh-Night, donde sir Tobias preguntaba a Sir Andrés Aguecheek: O knight! Thou lackest a cup of canary?”[2]
Y eso es todo lo que nos adelantó Astrana Marín, dando pistas a algunos que se han preocupado poco (o nada) de contrastar o ampliar, las citas indicadas.
Como ejemplo de lo que digo he leído el libro de José de las Casas, titulado Biografía del vino de Jerez (Jerez, 1949, pp. 58-59), quien se limita a copiar la cita anterior de Astrana Marín, pero lo copia tan mal que ninguna de las obras citadas corresponde exactamente a la ortografía de Astrana Marín. El rigor científico pide que quien haga una cita de otro libro, lo cite tal cual. ¡No es mucho pedir!
Respecto a las citas del vino de Canarias no conozco (lo que no quiere decir que no existan) ningún estudio monográfico sobre ello. Me refiero, claro es, a citaciones de obra, acto y escena, como hizo Astrana Marín con el vino de Jerez, no del tipo generalista de: “Shakespeare alabó muchos los vinos de Canarias”.
3. Interludio biográfico
No nos precipitemos con las citas de Astrana Marín (porque saldrán más de las citadas anteriormente, por supuesto) y hagamos un breve inciso para decir unas muy pocas frases sobre Shakespeare. Está fuera de lugar que traiga, ni siquiera en miniatura una “vida y obra” del genial autor. Para la mayoría de los críticos es el mejor dramaturgo de la literatura universal, tanto como que Don Quijote de la Mancha, de nuestro Miguel de Cervantes, es considerada la mejor novela del mundo. Sabido es que estos dos autores murieron el mismo día, el 23 de abril de 1616, aunque en la realidad con diez días de diferencia, por la variedad de calendarios. Shakespeare había sido bautizado en Stradford-upon-Avon el 26 de abril de 1564. Falleció pocos días antes de cumplir los 52 años.
Astrana Marín habla de la “fantasía de sus biógrafos” (él, que publicó una obra muy digna: Vida inmortal de William Shakespeare, Madrid, 1941; 380 páginas, que he leído, sin que aparezca nada relacionado con la influencia de costumbres o vinos u otros temas españolas en sus dramas; no era el momento). El caso es que desde joven se inclinó por el teatro, como actor y como escritor. Se supone que hacia 1590, a los 26 años, escribió Pericles, príncipe de Tiro, y a los 36 años su inmortal Hamlet ya hacía el número 20 de sus obras (una media de 2 por año), que culminó, a los 46 años, con La Tempestad, su número 35.
Y fue, además, un grandísimo poeta.
4. Sherris, canary, sack… y otros vinos españoles
Entrados en materia digamos que no es tan simple la citación de los vinos españoles, como la hizo Astrana Marín en su “Introducción al mundo de habla castellana”. Como vimos al principio nuestro traductor citaba 4 pasajes concretos en que se menciona el vino de Jerez y después termina con un “etc.” Y respecto al vino de Canarias hace una citación directa, dos más sin referencia concreta y todo lo enuncia después de escribir que “aparece con frecuencia citado y elogiado”. Finalmente, Astrana Marín no dice que Shakespeare citó otros vinos españoles, como veremos enseguida.
Para mí Astrana Marín fue un erudito inmenso. Pero ni ante esos casos de asombrosa inteligencia y enciclopedismo me quedo tranquilo. Porque no me fío nunca de lo que un autor nos diga que ha escrito otro autor (que esto es lo que se llama citación de segunda mano), así que me gusta ir a a las fuentes originales (o sea, dicho con metodología: contrastación).
En suma, ya preludié que he manejado asiduamente la obra inglesa The Dramatic Works, London, 1863. Para contrastar algunos pasajes difíciles también me he valido de una edición más antigua: The Works of Shakespear in nine volumes, London, Printed for J. and P. Knapton, et al. MDCCXLVII [= 1747], una edición de formato muy pequeño, en la que nos hemos llevado la sorpresa de que aumentan enormemente las escenas de los actos; pensamos que es una edición hecha para comediantes, pues se inicia una nueva escena cada vez que el texto dice: “Entra ‘Fulano’…” y de esta forma en actos con V escenas en la versión de Astrana Marín en ésta, de 1747, aparece el mismo acto dividido en XIX escenas; incluso obsérvese que al apellido (surname) le falta la “e” final. Otra edición que hemos consultado, finalmente, es The Complete Works of Willliam Shakespeare, Leipzig, Printed for Banon Gärtner, 1854, en un solo volumen, formato gran folio, con muy buena tipografía. Y, finalmente, entre otras ediciones más modernas (¿mejores?) me he inclinado por The Complete Works, edición preparada con una Introducción y con un Glosario por Peter Alexander (Collins, London & Glasgow, reprint 1970). Veamos lo que dice este gran catedrático de literatura inglesa en su Glosario:
Bastard: sweet wine from Spain (p. 1.353). [Vino dulce de España].
Canary: sweet wine from the Canaries (p. 1.354). [Vino dulce de las Canarias].
Sack: a white wine of Sherry class from Spain or Canaries (p. 1.370). [Un vino blanco del tipo de Jerez, de España o de las Canarias]. Quiso decir, claro, “de la península española o de las Canarias”.
Sherris: shack, from Xeres in Spain (p. 1.372). [Shack, de Jerez en España].
La cosa se aclara (o se complica, según) cuando comprobamos que muchas citaciones de los textos shakesperianos se refieren simplemente a “sack”, con lo que lo mismo se puede referir a un jerez que a un vino canario. ¿Cómo lo resolverá el traductor?
Una pregunta en modo alguno ingenua. ¿Se sabía esto por los lectores de las obras de Shakespeare en español? Es cosa que ignoramos; pudiera ser que muchos no lo conocieran.
5. Citaciones inglesas concretas del vino canario
1º. En La segunda parte del rey Enrique IV.
Acto II, escena IV. Aposento de la taberna “La cabeza del Javalí”. Mistress Quicly (la Celestina inglesa, dice Astrana Marín en su “Introducción…” ya citada, supra, p. 18b, de Astrana Marín; en lo sucesivo A.M. para este tipo de citas sinópticas) dice a Doll Tearsheelt el texto inglés que nuestro traductor puso expresamente:
- “But, i’fith, you have drunk too much canaries and that’s a marvellous searching wine, and it perfumes the blood ere one can say: What’s this? [… en cuanto a vuestras mejillas, os garantizo que están tan encarnadas como cualquier rosa, dicho sea con sinceridad ¡eh! Pero, por mi fe, habéis bebido demasiado canarias, es un vino deliciosamente penetrante y que perfuma la sangre antes que se pueda decir: ¿Qué es esto? (p. 475b, A.M.). Esto es, con evidencia, la más elogiosa citación del vino canario.
Y aleccionados por Astrana Marín, en estas citaciones del “canarias” o del vino canario traeremos primero, en este parágrafo, la versión inglesa, con ortografía de 1863 y, a continuación, la traducción española.
2º. En The merry wives of Windsor [Las alegres casadas de Windsor, conocida más, popularmente, en español, y no sabemos por qué, como Las alegres comadres de Windsor][3].
Acto III, escena II. Habitación en casa de Ford. Dice el Hostelero:
- “I will to my honest knight Falstaff and drink canary with him” [Voy por mi honrado caballero Falstaff a beber con él un trago de vino de Canarias] (p. 1.117a, A.M.).
3º. En Twelfth Night [= Noche de Epifanía].
Acto I, escena III. Aposento en casa de Olivia. Sir Tomas dice a Sir Andres Aguecheelk:
- “O Knight, thov lack’st a cup of canary!” [¡Oh caballero! Necesitas una copa de vino de Canarias… ¿Cuándo te he visto tan apabullado?] (p. 1.246b, A.M.).
A lo que responde Sir Andres:
- “Never in your life, I think, unless you see canary put me down [Nunca en la vida, creo, a no ser que me haya apabullado el canarias] (Ibidem).
Y así hemos dado con las cuatro citaciones, muy concretas, del vino de Canarias (en singular: canary; en plural: canaries; y nótese bien: “vino de Canarias”, con mayúscula, y “el canarias”, con minúscula, todo muy correcto, como debe de ser gramaticalmente).
Pues bien, ya no encontramos más citaciones en inglés del canarias en todas las Dramatic Works de W. Shakespeare, aun cuando en la traducción personal de Astrana Marín, observaremos, como veremos enseguida (en el parágrafo 9. Las abundantes citaciones del vino español sack) que, casi siempre, traduce sack por “vino de Canarias” o “canarias” o “vino canario”, según le va pareciendo a nuestro traductor lo más concordante con la fraseología del texto original inglés.
6. Citaciones concretas del vino de Jerez
El número de citas concretas en las que aparece el vino de Jerez en las obras shakespearianas no es tan grande, a pesar de lo expresado por Astrana Marín, pues llegan a ocho (y todas ellas se encuentran en una larga cita global, que traeremos enseguida), aunque Astrana Marín tradujo algunas pocas veces más sack por jerez, todo lo cual aparecerá debidamenmte enumerado en el parágrafo final recopilador (parágrafo 9. Las abundantes citaciones del vino español sack ya citado) y en el parágrafo 10. Conclusiones) donde encontraremos cuatro veces la palabra jerez, o cinco según una interpretación muy personal del propio Astrana Marín. Esta desconexión la explicaremos en dicho parágrafo.
Pero la única citación, que es la que llamamos “larga cita global”, pues se trata de un monólogo, de un muy largo texto, se merece una copia íntegra (amén de algún comentario, de carácter admirativo), donde aparece repetidamente el número de veces (ocho, ya lo hemos adelantado) que transcribiremos una a una, con su texto inglés.
La cita inglesa, global, y muy concreta, del vino de Jerez es la más gloriosa, ensalzadora, ditirámbica y larga de todas las de Shakespeare sobre cualquier vino. Y aún podemos ampliar la visión y decir que es la cita más elogiosa efectuada en una obra literaria, del vino de jerez, en toda la literatura universal. Algunos de sus fragmentos más esenciales, así como la frase final, han sido divulgados, por supuesto, en libros y artículos periodísticos españoles, aunque siempre, me parece, a través de citaciones de muy segunda, o tercera, mano. Por ello, con mayor razón, vamos a traer el texto íntegro. Y truncando nuestra metodología, para no traer dos textos muy largos, uno en inglés y el otro su completa traducción al español por Astrana Marín, en este caso vamos a traer el texto español íntegro, y las frases más significativas en su original inglés, tomadas de la edición de Peter Alexander. Vamos ya con esta gran cita global.
En La segunda parte del rey Enrique IV [The second part of king Henry IV].
Acto IV, escena III. En una parte del bosque. Hablan diversos personajes, y el famoso personaje Falstaff se queda solo en escena, al salir el Príncipe Juan, hijo del Rey, el conde de Westmoreland y Sir Juan Coleville.
Entonces Falstaff recita el siguiente impresionante soliloquio:
- “Os desearía solamente inteligencia. Eso valdría más que vuestro ducado. Hablando de buena fe, este joven de sangre fría no me quiere; nadie puede hacerle reír, pero no es extraño; no bebe vino. Jamás ninguno de estos mozos tan moderados llegan a nada, porque su bebida floja les enfría más la sangre, y el hacer muchas comidas de pescado les hace caer en una especie de opilación (= hidropesía) masculina. Cuando se casan, engendran hijas. Son generalmente tontos y cobardes, lo que seríamos también alguno de nosotros si no fuese por el calentamiento. Un buen jerez produce un doble efecto [A good sherris-sack hath a twofol operation]: primero se me sube al interior del cerebro, me seca allí todos los necios, torpes y malolientes vapores que lo envuelven; lo hace abierto, ágil, inventivo, pleno de concepciones ligeras, ardientes y deleitosas formas; todo lo cual, comunicado a la voz, la lengua, que le da expresión, produce excelentes ocurrencias [It ascends me into the brain; dries me there all the foolish and dull and crudy vapours which environ it; makes it apprehensive, quick, forgetive, full of nimble, fiery, and delectable shapes, which delivered o’er to the voice, the tongue, which is the Barth, becomes excellent wit].
“La segunda propiedad de vuestro excelente jerez es la de calentar la sangre, que estando antes fría y calmosa, dejaba el hígado blanco y pálido, lo que es signo de pusilanimidad y cobardía; pero el vino de jerez la calienta, y la hace correr del centro a las partes extremas. Ilumina el rostro, que, como un faro, ordena armarse a todo el resto de este pequeño reino, el hombre; y entonces toda la burguesía de los espíritus vitales y los pequeños espíritus interiores se reúnen alrededor de su capitán, el corazón, quien, potente y ufano de su ejército, realiza cualquier acto que sea de valor; y este valor viene del jerez. [The second property of your excellent sherris is the warming of the blood, which before cold and settled, left the liver white and pale, which is the badge of pusillanimity and cowardice; but the sherris warms it, and makes it course from the inwards to the parts extremes. It illumineth the face, which, as a beacon, gives warming to all the rest of this little kingdom, man, to arm; and then the vital commoners and inlad petty spiritus muster me all to their captain, the hearth who, great and puff’d up with this retinue, doth any deed of courage, and this valour comes of sherris].
“De aquí se sigue que la destreza en las armas no es nada sin el vino de Jerez, porque es él quien la pone en acción, y el saber no es más que un simple montón de oro guardado por un diablo, hasta que el jerez se apodera de él y le da vida y empleo. De ahí viene que el príncipe Enrique sea valiente, porque esa sangre fría que ha heredado, naturalmente, de su padre, la tiene, como se hace con una tierra floja, estéril y yerma, laborada, cultivada y sembrada por el excelente trabajo del buen beber, y por el buen trabajo del fértil jerez. De suerte que ha llegado a ser muy ardoroso y muy valiente. [So that skill in the weapon ist nothing withouth sack, for that sets it a-work, and learning, a mere hoard of gold kept by a devil till sack commences it and sets it in act and use. Here of comes it that Prince Harry is valiant; for the cold blood he did naturally inherit of his father, he hath, like lean, sterile, and bare land, manured, husbanded and till’d, with excellent endeavour of drinking good and good store of fertile sherris. Has be is become very hot and valiant].
“Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les enseñaría sería abjurar de toda bebida insípida y dedicarse al jerez (pp. 495b-496a, A.M.). [If I had a thousand sons, the first humane principle I would teach them should be for wear that potations, and to addict themselves to sack].
¡Oh, sí, ciertamente, esto es… sencillamente admirable! He realzado con negritas este excelentísimo final del famoso soliloquio, con la frase más famosa de William Shakespeare relativa al vino de Jerez: 21 palabras en su traducción española. El texto inglés que he traído corresponde a las páginas 539-540 de la edición Complete Works, que he citado, de 1970; contiene 26 palabras inglesas. Vemos que no se sigue el lugar común de que un texto inglés traducido al español resulta con más palabras en español que en inglés: aquí no es así.
Observamos unas ligeras variantes con la edición The Dramatic Works, de 1863, que no tienen mucha importancia. Por ejemplo, en 1863 el monólogo termina así: “If I have a thousand sons, the first human principle I would teach them should be, to forswear thin potations, and to addict themselves to sack” (p. 487). También, con 26 palabras inglesas. Verdaderamente, esta larga cita es el más glorioso canto de alabanza al vino de Jerez que se haya escrito en la literatura universal.
Por nuestra parte, con los escasos conocimientos de inglés que poseemos, la traducción de Astrana Marín (en pp. 465b-466a de su edición “definitiva”, de 1961) nos parece ágil, suelta y muy literaria.
Pero, de una forma estadística, podemos observar que, mientras Astrana Marín traduce al español por ocho veces el vocablo jerez o vino de Jerez, los vocablos ingleses son variados, a saber: sherris (4 veces). sherris-sack (1 vez), sack (3 veces).
A pesar del riesgo de resultar repetitivos, traemos finalmente las frases más concretas en español y su versión original inglesa:
1ª … Un buen jerez… / A good sherris-sack…
2ª … excelente jerez / … excellent sherris…
3ª … pero el vino de jerez… / … but the sherris…
4ª … este valor viene del jerez… / … and this valour comes of sherris…
5ª … no es nada sin el vino de Jerez… /… is nothing without sack…
6ª … hasta que el jerez se apodera de él… /… till sack commences it…
7ª … el buen trabajo del fértil jerez… /… and good store of fertyle sherris…
8ª … y dedicarse al jerez. / … and to addict themselves to sack.
Y, para ser más exactos, siete veces jerez, en minúscula, y una vez vino de Jerez, con mayúscula (todo ello correctísimo) y todo muy bien traducido, puesto que, claro está, Falstaff pronuncia su excelente alabanza al vino de Jerez y no a otro, pero William Shakespeare escribió en el soliloquio que hemos transcrito (ya lo hemos dicho): cuatro veces el vocablo sherris, una vez sherris-sack, y otras tres veces sack, simplemente. En total, ocho veces, de las que cinco son innegablemente citas absolutas (sherris; sherris-sack) del jerez. Y las citas de los tres sack también están bien traducidas, pues nadie podrá negar que el discurso es absolutamente una pieza global de elogio y alabanza al jerez, al vino de Jerez.
Aunque, por otra parte, ello nos conduce, sin remisión, a la comprometida traducción de las muy numerosas veces que nuestro dramaturgo utilizó el vocablo sack de una forma suelta, que, como hemos visto, el erudito Peter Alexander, en su glosario (de 1970) define como: “un vino blanco, tipo Jerez, procedente de España o Canarias”, es decir, en términos enológicos, ya puede ser un “jerez”, ya un “canarias”. Acometeremos este estudio analítico, profundamente, en la finalización del presente artículo, mientras damos entrada intermedia a otros dos tipos, raros, de vinos españoles citados por W. Shakespeare.
Y ya veremos que en la traducción, suelta, una a una, del vocablo sack, Astrana Marín se inclina muchas más veces por traducirlo como canarias, frente a pocas veces que lo traduce como jerez.
7. Citaciones del vino bastardo
En La Primera Parte del rey Enrique IV.
Acto II, escena IV. El Príncipe Enrique se refiere a un mozo de taberna, Francis, de quien dice que sólo sabe hablar unas pocas frases inglesas, tales como:
“¡Al instante, al instante, señor! Medid unas pintas de bastardo” [a pint of bastard] en la Media Luna (que es el nombre de una taberna) (p. 420b, A.M.).
Y aquí, nuestro traductor pone una nota a pie de página que dice: “Bastard en el texto. El bastardo era un vino español dulce, parecido al moscatel” (Ibidem).
Prosigue la escena y el Príncipe Enrique dice, de nuevo:
“Bien; ya veo que vuestro tinto bastardo es vuestro único vino…” (p. 421b, A.M.). [Why, then, your brown bastard is your only drink].
Por nuestra parte, no hemos encontrado alusión alguna a este vino ni en Covarrubias (Tesoro de la Lengua Castellana o Española, Madrid, 1611), ni en el llamado Diccionario de Autoridades, de la Real Academia Española (vol. I, Madrid, 1726), ni en la magna Enciclopedia Vniversal Espasa, ni en el moderno Corominas (Diccionario Crítico Etimológico de la Lengua Castellana, Madrid, 1976)
Reconozco, pues, que por ahora nada sé del español “vino bastardo”, pero que existía es indudable. Según lo descrito, ¿acaso pudiera ser un vino tipo Málaga? Es una simple conjetura nuestra y nada más.
El caso es que W. Shakespeare citó dos veces este, para nosotros, y ahora, desconocido tipo de vino español.
8. Citación del vino charneca
En La Segunda Parte del rey Enrique VI.
Acto II, escena III. En el duelo entre los plebeyos Horner y Pedro, los vecinos partidarios de Pedro, le ofrecen vino:
VECINO 2º. – “Aquí, vecino, hay una copa de charneca” (p. 641a, A.M.) [And here, neighbour, here’s a cup of charneco].
Y a continuación nuestro erudito traductor ilumina nuestros pobres conocimientos, con la siguiente larga nota a pie de página:
“La charneca -nuestro vino español- era entonces muy gustado en las islas británicas y se le cita frecuentemente por contemporáneos de Shakespeare.
“En un folleto intitulado London Monster, called the Black Dog of Newgate, datante de 1612, se lee: “Unos beben vino seco de Orleáns; otros, de Gascuña, y otros, de Burdeos. Allí no falta el canarias, ni el jerez, ni el charneca ni el málaga, ni el candía, color de ámbar, ni el hipocras. En España, la charneca es una especie de pistachero terebinto. Pienso que los habitantes hacen el vino con ese árbol, a no ser que el vino se llame charneca porque su sabor recuerda al del terebinto”. La charneca era dulce. Alexander Dyce cree, por error, que se llamó así de Charneca (Portugal). Todas las ediciones inglesas estampan charneco, como en el juego “de la primera” dicen primero, y carbonada escriben carbonado. La a final de las palabras españolas se convierte indefectiblemente en grafía de o y ae para la pronunciación inglesa. Según el Diccionario de Autoridades [Añado por mi cuenta, Madrid, 1726, vol. I, p. 310. FRT.] la charneca es una especie de árbol que nace en los montes, semejante al terebinto, o especie de él. Y cita a Ambrosio de Morales en sus Antigüedades de España, fol. 43: “No falta quien quiera afirmar de que nuestras charnecas, de que hai tanta copia por acá, son el verdadero Terebinto”. Y a Espinosa, Arte de la ballestería, lib. I, cap. V: “Estos son de muchos géneros: jara, estepa, madroño … orzaga, charneca”.
Y hasta aquí la muy erudita nota de Astrana Marín (pp. 641-ab, A.M.)[4].
Hay, pues, una cita de otro vino español más en las obras del genial dramaturgo inglés. ¿Se sabía todo esto?
Por mi parte he reflexionado que la charneca (no en masculino, como todos los vinos, sino en femenino, como la mistela) debió de ser un buen vino dulce, pero, claro está, no podría obtenerse de un árbol (el terebinto). Posiblemente, las barricas de madera del terebinto o charneca, le darían el gusto… y el nombre.
9. Las abundantes citaciones del vino español sack
Entramos en un verdadero problema, porque cuando W. Shakespeare escribía “sack” se debería referir, indistintamente, a un excelente vino añejo español, fuese jerez o fuese canario, tal como lo dice Peter Alexander en su Glosario (1970), que trajimos, supra. Así que, con cierta ingenuidad, nos deberíamos preguntar cuáles fueron los criterios de su buen traductor para traducir, casi siempre (solamente con cinco excepciones, como veremos más adelante) el vocablo sack por el vino canario o vino de Canarias o vino añejo de Canarias o… canarias… (A Astrana Marín no se lo podemos preguntar, pues murió el 4 de diciembre de 1959).
No nos queda otro recurso que realizar un análisis completo de las diferentes citaciones del vino sack en las obras de W. Shakespeare, aunque, para no extender en exceso este análisis entresacaremos sus citas agrupadas simplemente por sus diferentes obras teatrales en que aparecen, avanzando de una forma ordenada en la paginación del libro español. Y, así, obtenemos los siguientes resultados:
1º. En La Primera Parte del rey Enrique IV. Seguimos el orden lógico de actos y escenas.
Acto I, escena II. El Príncipe Enrique dice a Falstaff:
“Te has embrutecido de tal modo, a fuerza de beber vino añejo de Canarias… que te olvidas de preguntar lo que realmente quisieras saber”. [Thou act so fatwitted with drinking of old sack] “¿Qué diablos tienes tú que saber con el momento del día? A menos que las horas sean como copas de vino de Canarias…” [… unless hours were cups of sack (p. 407a, A.M.).
Prosigue la misma escena, larga. Entra Poins, le saluda el Príncipe Enrique, y Poins responde:
“Buenos días, querido Hal. ¿Qué dice Monsieur Remordimientos? ¿Qué dice Sir Juan Canarias y Azúcar?...” [… What says Sir John Sack and Sugar?] (p. 409a, A.M.).
Acto II, escena IV. Falstaff, que está en la taberna llamada “La cabeza del Jabalí”, junto con el Príncipe Enrique, Poins, Gadshill, Bardoff y el Tabernero, dice:
“Dame un vaso de canarias, muchacho (p. 422a, A.M.). Antes que llevar esta vida largo tiempo, preferiría coser calcetines y remendarlos y ponerles plantas también. ¡Mala peste a todos los cobardes! Dame un vaso de canarias, pillastre. ¿No hay virtud en la actualidad? (Bebe)” (p. 422b, A.M.).
[Evitamos traer mucho texto inglés en la mayoría de ocasiones. Por eso, al final de este drama traemos una tabla sinóptica con la concreta citación de la frase shakespeariana de sack y la traducción efectuada por Astrana Marín].
PRÍNCIPE ENRIQUE.- “¿Has visto nunca a Titán besar una fuente de manteca, y la manteca, de corazón sensible, derretirse bajo las dulces caricias del sol? Si lo has visto, contémplame ahora ese fenómeno. [Se refiere a Falstaff, muy gordo, como “fuente de manteca”].
FALSTAFF.- “¡Qué villano eres! También hay cal en el canarias. En el bellaco no se puede encontrar más que bellaquerías. Sin embargo, un cobarde es peor que un vaso de canarias con cal, un repugnante cobarde” (p. 422b, A.M.).
Prosigue la discusión, y poco más adelante dice Falstaff al Príncipe:
“… ¿Llamáis a eso respaldar a vuestros amigos? ¡Maldito sea tal respaldo! Dame gentes que miren a la cara… Dame un vaso de canarias. Soy un bellaco si bebí hoy”. (p. 423a, A.M.).
Sigue la larga escena, y entra Mistress Quicky. Después sale Falstaff y el Príncipe Enrique conversa con Bardoff sobre aquel, y mentándolo en su ausencia le increpa:
“Oh, villano. Robaste un vaso de canarias hace dieciocho años; fuiste cogido en el garlito, y desde entonces te ruborizas siempre en seguida…” (p. 425b, A.M.).
Más adelante, con las imprecaciones que el Príncipe Enrique dirige a Falstaff le espeta:
“… hombre gordo, un hombre tonel… fardo hinchado de hipocresía, esa enorme bombarda de Canarias, portamantas de tripas…” (429-b, A.M.).
Y Falstaff, con su habitual cachaza, se defiende, hablando de sí mismo en tercera persona:
“Que sea viejo (lo más lamentable), sus cabellos blancos lo atestiguan… Si el canarias con azúcar es un defecto ¡que Dios perdone al miserable!...” (429b, A.M.). [If sack and sugar be a fault God help the wicked!].
Y, de pronto, aparece el sheriff a la puerta de la posada, con gran escolta. El Príncipe Enrique ordena a Falstaff que se esconda detrás de una cortina. Ceremoniosamente, recibe al sheriff, le dice que Falstaff no está, y que mañana cuando regrese de un encargo que él le ha hecho, se presentará al sheriff, quien, de inmediato, se despide cortésmente.
Finaliza la escena y el acto con Falstaff dormido y roncando “como un caballo”. El Príncipe ordena al teniente Peto que registre los bolsillos de Falstaff. Solamente tiene papeles. El Príncipe le ordena que le lea esos papeles:
PETO. – “Item, un capón, dos chelines dos peniques. Item, salsa, cuatro peniques. Item, vino canario, dos galones, cinco peniques [Aquí encontramos un error de Astrana Marín, pues el texto inglés dice: “5 s, 8 d”, es decir: cinco chelines y ocho peniques; es lo que concuerda con la medida y el precio; p. 429a, A.M.]. Item, anchoas y vino canario después de la cena, dos chelines seis peniques. Item, pan, medio penique.
PRÍNCIPE ENRIQUE. – “¡Es monstruoso! ¡Nada más que medio penique de pan para esa intolerable cantidad de canarias! (p. 429ab, A.M.).
Acto III, escena III. De nuevo en un aposento de “La Cabeza del Jabalí”. Falstaff le dice a Bardoff:
“- … he paseado contigo durante la noche de taberna en taberna. Pero con el canarias que me has bebido…” (p. 436b, A.M.). [… But with the sack…].
Acto IV, escena II. En una carretera hacia Coventry se inicia así esta escena, diciéndole Falstaff a Bardoff:
FALSTAFF.- “Bardoff, adelántate a Coventry y lléname una botella de vino de Canarias… (p. 441b, A.M.). [‘… and fill me a bottle of sack…’]. Bardoff le pide dinero, “pues esa botella vale un ángel…”[5]
Acto V, escena III. Preparándose para la batalla inminente. Falstaff acompaña al Príncipe Enrique, quien pide a Falstaff su pistola.
PRÍNCIPE ENRIQUE.- “Dámela ¿cómo es que está en su funda?”
FALSTAFF.- “Sí, Hal; está caliente, está caliente. Hay aquí con qué saquear una ciudad (El PRÍNCIPE saca de la funda una botella de canarias)” (p. 450b, A.M.) [The Prince draws it out and fins it to be a bottle of sack].
PRÍNCIPE ENRIQUE.- “¿Cómo? ¿Es este momento de bromear y chancear? (Le devuelve la botella y sale)”.
Termina la obra sin más menciones, que, como se ha visto, son muy numerosas. Vamos a verlas de una forma sinóptica, único caso en que lo hacemos, por la gran abundancia de citas de sack en esta obra.
Para toda esta obra completa (La Primera Parte del rey Enrique IV) W. Shakespeare utilizó las 19 expresiones inglesas que siguen, y Astrana Marín las tradujo al español de la forma que traemos en el siguiente cuadro comparativo:
Expresiones inglesas Traducido al español por Astrana Marín
… with drinking of old sack… … a fuerza de beber vino añejo de Canarias…
… were cup of sack… … como copas de vino de Canarias…
… Sir John Sack and Sugar… … Sir Juan Canarias y Azúcar…
… a cup of sack… … un vaso de canarias…
… a cup of sack… … un vaso de canarias…
… here’s lime in this sack too!... … también hay cal en el canarias!…
… cup of sack with lime in it… … un vaso de canarias con cal…
… a cup of sack… … un vaso de canarias…
… a cup of sack… … un vaso de canarias…
… bombard of sack… … bombarda de canarias…
… to taste sack… … saborear el canarias…
… sack and sugar… … canarias con azúcar…
… Sack… … Vino canario…
… sack… … vino canario…
… sack… … canarias…
… But with the sack… … Pero con el canarias…
… and fill me a bottle of sack …y lléname una botella de vino de Canarias…
… and fins it to be a bottle of sack … saca de la funda una botella de canarias…
Queda así demostrado, muy notoriamente, que Astrana Marín, en La primera parte del rey Enrique IV, la obra shakesperiana más abundante en citaciones de vinos españoles (19 veces), siempre tradujo “sack” por “canarias, o vino canario o vino de Canarias o vino añejo de Canarias…
2º. En La Segunda Parte del rey Enrique IV, una vez leída por completo encontramos lo siguiente:
Acto II, escena IV. [Recordemos que en el parágrafo 5. Citaciones inglesas concretas del vino canario ya trajimos una cita concreta: “Habéis bebido demasiado canarias: es un vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre…”, etc.]. Bien, pues en esta misma escena, un poco más adelante Pistol le dice a Mistress Quickly:
- “Entonces, come y engorda, mi bella calípolis. Vamos, dadnos un poco de vino de Canarias… ¿Tememos a las andanadas? No, que el demonio haga fuego. Dadme vino canario, y tú, mi bien amada, reposa aquí (p. 478a, A.M.) [… Come, give’s some sack… (y poco después)… Give me some sack].
Prosigue la escena, Falstaff está en el mesón con la cortesana Doll, y grita:
-“ ¡Un poco de vino canario, Francisco!” [Some sack, Francis!]
A lo que el Príncipe Enrique y Poins, disfrazados de mozos de taberna, responden al unísono (imitando a Francisco): “¡Al instante, al instante, señor!” (p. 479b, A.M.).
Acto V, escena III. Hay una alegre reunión en la casa de campo del Juez de Paz Shallow.
SHALLOW.- “… ¡Por la misa. He bebido demasiado canarias en la cena!” (p. 506b, A.M.) [By the mass. I have drunk too much sack and supper!].
Para separarnos un poco del aspecto contable de las citaciones de vinos, traigo aquí, de la alegre reunión, los versos de una canción báquica que entona el Juez SILENCIO:
Un vaso de vino espumante y claro
para que beba a la salud de mi amada
y el corazón alegre viva mucho tiempo (507a, A.M.).
Resumimos. En La Segunda Parte del rey Enrique IV, nuestro genial dramaturgo efectuó:
Una citación concreta del vino canario [canary, que ya se ha estudiado anteriormente).
Y cita 4 veces el sack, que, atendiendo al momento teatral y a la propia fraseología, se traduce por Astrana Marín de las siguientes formas peculiares: vino de Canarias, vino canario, vino canario y canarias.
3º. En La vida del rey Enrique V encontramos una nueva citación, precisamente cuando se cuenta cómo murió el simpático y popular personaje Falstaff.
Acto II, escena III. Se desarrolla en Londres, ante una taberna del Eastcheap. La Hostelera relata a Pistol, Nym, Bardoff y el Paje la muerte de Falstaff.
HOSTELERA.- “… exclamó: “¡Dios, Dios, Dios!” tres a cuatro veces… me ordenó ponerle más ropa a los pies. Metí la mano dentro de la cama y se los toqué, y estaban fríos como una piedra. Entonces le toqué las rodillas, y después más arriba, y luego más arriba, y todo estaba tan frío como una piedra”.
NYM.- “Dicen que pedía a veces vino canario” (p. 538b, A.M.).
[- They said he cried out of sack ].
HOSTELERA.- “Sí, lo pedía”. [– Ay, that’n did].
Una cita más de sack traducida por vino canario.
4º. En La Segunda Parte del rey Enrique VI encontramos otra sola citación de sack.
Acto II, escena III. En una sala de justicia en Londres… nuestro dramaturgo introduce el principio de un duelo entre plebeyos, que no se hacía con espadas, sino como se describe en la acción teatral, que sigue:
“Entran, por un lado, HORNER, que lleva su bastón con un saco de arena atado a él y un tambor delante, le acompañan sus Vecinos, bebiendo con él de tal modo que se halla ebrio; por otro lado entra PEDRO, con un bastón semejante, acompañado por los Aprendices, que beben a su salud”.
VECINO 1º.- “Aquí, vecino Horner; bebo por vuestro éxito una copa de canarias…” (p. 641a, A.M.). [… I drink to you a cup of sack… ].
Otra traducción de Astrana Marín de a cup of sack por una copa de canarias.
(Recordemos que en esta misma página de las Obras Completas que venimos usando, Madrid, 1961, se sigue en la acción, respecto al otro contrincante: “Aquí, vecino, hay una copa de charneca”, que dio origen a nuestro precedente parágrafo 8. Citación del vino charneca, con la eruditísima nota de Astrana Marín, que hemos transcrito, supra).
5º. En Las alegres casadas de Windsor (The merry wives of Windsor) se hacen las citaciones de sack que iremos viendo, traducidas por Astrana Marín, muy libremente, unas veces como jerez y otras veces como canarias. Veamos:
Acto II, escena I. Frente a la casa de Mistress Ana Page, ya hacia el final de la escena, entran el Hostelero de la Jarretera y el Juez Shallow. El Hostelero hace una pregunta al caballero Ford y éste le contesta:
- “De ninguna especie, os lo afirmo, pero os daré un jarro de jerez refinado[6] si queréis presentarme a él y decirle que me llamo Broock. Es una broma (p. 1.107a, A.M.) [None, I protest; but I’ll give you a potte of burnt sack to give me recourse to him, and tell him my name to Broock”. Only for a jest].
Libérrima traducción de Astrana Marín, pues “burnt sack” literalmente no es otra cosa que “sack quemado” (hasta pudiéramos admitir, quizás: “sack ardiente” o “sack tostado”, pero hacerlo “jerez refinado” nos parece en exceso libre… o ¡quién sabe! Incluso puede que sea lo correcto…).
Acto III, escena I. En el campo, cerca de Frogmore. El Hostelero dice al médico francés Caius y al cura galés Evans:
- “… Vuestros corazones son intrépidos, vuestras pieles están intactas, y el desenlace debe ser una libación de jerez…” (p. 1.115b, A.M.) [… and let burnt sack be the issue].
Otra libérrima traducción de “burnt sack”, literalmente: “sack quemado” (por cierto, aquí no hay traducción al español del controvertido “burnt”, pero si fuera “burn” lo pudiéramos admitir como “vamos a consumir…”). El sintagma “let burnt sack be the issue”, sí que lo podemos aceptar como una libación de jerez.
Acto III, escena V. Aposento en la posada de la Jarretera. Comienza así:
FALSTAFF.- “¡Bardolf, digo!”.
BARDOLF.- “Aquí estoy, señor”.
FALSTAFF.- “Ve a traerme una pinta de Canarias” (p. 1.123a, A.M.) [Go fetch me a quart of sack].
Ahora sack es “de Canarias”. Sale a por el vino Bardfolf y Falstaff se desahoga en monólogo sobre la malhadada aventura con las alegres casadas, arrojado él al Támesis en una canasta con ropa sucia… Terminado el soliloquio nuestro dramaturgo indica en su obra; “(Vuelve a entrar BARDOLF con el vino de Canarias)” (p. 1.123b, A.M.) [(Re-enter BARDOLF, with sack)]. Segunda traducción de sack con “el vino de Canarias”.
Y en este mismo principio de escena se produce un galimatías o una confusión o un no sé qué como interpretarlo en la cuidada traducción de nuestro erudito.
Antes de que entre Mistress Quickly dice Falstaff a Bardolf:
- “Trae, vaciemos un poco de jerez sobre las aguas del Támesis, porque tengo el vientre tan frío que parece que he tragado copos de nieve…” (p. 1.123b, A.M.) [Pero en el original inglés no aparece “sherris”, pues dice así, textualmente: Come, let me pour in some to the Tamesis water]. Expliquemos la cuestión; solamente dice: “Trae, vaciemos un poco en las aguas del Támesis”[7].
Pero ¿un poco de qué? Pues del sack que le acaba de traer Bardolf, ya que Astrana Marín acaba de traducir: “Vuelve a entrar Bardolf con el vino de Canarias”. O sea, le trae vino de Canarias y en el breve interludio entre que va por el vino y se lo trae, Falstaff se ha desfogado en pequeño monólogo sobre la jugarreta que le han gastado las alegres casadas. (“¿He vivido – se interroga o reflexiona en voz alta – para ver que se me lleve en una canasta y se me arroje al Támesis como un montón de desecho de carnicero?... A no haber sido rocosa y poco honda la margen, de seguro me hubiera ahogado, clase de muerte que aborrezco…”). Y supongo (hipótesis primera) que como en una especie de ritual se le ocurre echar un chorrito de vino a las aguas del Támesis, donde por nada del mundo quiso ahogarse. Pero ¿qué clase de vino? Ha pedido sack, y Astrana Marín traduce: “Ve a traerme una pinta de Canarias”, y al poco: “(Vuelve a entrar Bardolf con el vino de Canarias)”. Ergo: si lo que tiene es un canarias, no puede echar un chorrito de jerez a las aguas del Támesis.
Dicho lo anterior, enseguida nos entra una duda (hipótesis segunda): ¿y si lo que quiere decir es que vacien un poco (de sack) en el estómago, es decir, que tomen un buen trago (incluyo esta hipótesis por su frase: “… porque tengo el vientre tan frío que parece que he tragado copos de nieve…”). Pues bien, sea cual sea la interpretación, resulta que, en realidad, una u otra hipótesis carecen de importancia a nuestros fines, que se reducen a explicar la simple frase: “vaciemos un poco de sack…” (y a este sack opinamos que Astrana Marín debió traducir, por lógica, como: “vaciemos un poco de canarias…”).
Por cierto, el jerez hace enseguida su aparición en seguida, según la traducción de Astrana Marín, porque a continuación (en la misma escena), en cuanto entra Mistress Quickly dice Falstaff a Bardoff:
“Llévate estos cálices y ve a prepararme un pote fino de jerez” (p. 1.123b) [Take away these chalices. Go, brew a pottle of sack finely].
Creemos entender por qué Astrana Marín se inclinó por la conversión de sack en jerez. Porque Bardolf le pregunta si lo quiere con huevo, y Falstaff le contesta que no, porque no quiere gérmenes de gallina en el brebaje. Suponemos, entonces, que ha pedido una especie de ponche, que en la actualidad y, vemos que ya hace siglos, es y era una combinación de un licor espirituoso con huevo, limón y azúcar[8].
Incluso dudo (¡pobre de mí, un simple aficionado, metiéndose a corrector de Astrana Marín!) acerca de la traducción de “finely” como “fino”. “Finely” en el magno Diccionario inglés Webster es: “In a fine manner; admirably, delicately” mientras que “pottle” puede ser “alcoholic liquor”. Por esto, la traducción quizás pudiera valer también como: “Ve, y prepárame con cuidado un licor de jerez” (o, según nuestra hipótesis: un ponche, o, con traducción más a la moderna: un cóctel de jerez). He escrito “quizás”, porque no estoy seguro, y pido perdón por si me he equivocado.
Acto V, escena V. Es la escena final de la comedia. Cuando todos increpan a Falstaff, el cura galés Evans le dice:
- “Entregado a las fornicaciones, a las tabernas, al canarias, al viento, al hidromiel, a los licores fuertes, jugador…” (p. 1.139b, A.M.) [And given to fornications, and to taverns, and sack, and wine,… según el ejemplar que utilizamos con mayor frecuencia, de 1863, y hemos contrastado con la muy parecida, de Leipzig, de 1854].
¡Ah, un yerro de Astrana Marín! No nos podemos creer que tan formidable traductor haya equivocado wine (vino), por wind (viento). Podemos lanzar la hipótesis que en una de las numerosas ediciones inglesas que manejó, copiaría esto a consecuencia de una errata de impresión… (aunque ya decimos que en las dos ediciones del siglo xix que hemos visto aparece wine). De todas formas, y nos metemos a críticos de Astrana Marín, nada menos (todo un atrevimiento), cierto es que debería de haber pensado que “entregarse al viento” no tenía sentido, pues no quiere decir nada, pero sea como fuere no era ningún pecado en correlación de la retahíla de los que le lanza el cura (fornicaciones, tabernas, el canarias, licores fuertes, jugador…). Insistimos: ¿qué significaría “entregarse al viento”? Si copió una gruesa errata tipográfica (gruesa por la significación, aunque los dos vocablos tienen cuatro letras, y sólo varía la última letra; es “e”, no “d”; errata de una sola letra), debería de haber pensado que no existía concordancia alguna entre esa palabra: “viento”, y los pecados que se le echan en cara a Falstaff.
Y aquí termina el análisis de todos los sack que aparecen en esta famosa comedia. Que fue inmortalizada, además, por el compositor Giuseppe Verdi, con el título de Falstaff[9].
Número de sack en esta comedia: siete; tres convertidos por el traductor en canarias. Y, cuatro obtenidos por Astrana Marín (aunque en las ediciones del siglo xix sólo vienen tres) con traducciones como jerez.
6º. En Noche de Epifanía o Lo que gustéis (Twelf-Night or What you will) aparece una citación de sack.
Acto II, escena III. En una habitación en casa de la condesa Olivia.
Sir Tobías Belch, tío de Olivia, termina la escena, cuando se dirige a Sir Andrés Agucheek, y le dice:
SIR TOBÍAS.- “Vamos, vamos, voy a consumir algunos vasos de jerez. Ahora es ya demasiado tarde para ir a la cama. Vamos, caballero. Vamos, caballero” (Salen). (p. 1.259b, A.M.) [Come, come, I’ll go burn some sack…].
Obsérvese que ahora la expresión: “I’ll go burn… se traduce con naturalidad como: “voy a consumir…”, acompañado de una traducción muy libre, y muy literaria, la de “some sack” por “algunos vasos de jerez”.
Total de esta obra: conversión de un sack en un jerez.
Recapitulación de todos los vocablos sack que aparecen en las obras de W. Shakespeare, con su correspondiente clase de traducción por Astrana Marín:
1º. La Primera Parte del rey Enrique IV: 19 sack = 19 canarias.
2º. La Segunda Parte del rey Enrique IV: 4 sack = 4 canarias.
3º. La vida del rey Enrique V: 1 sack = 1 canarias.
4º. La Segunda Parte del rey Enrique VI: 1 sack = 1 canarias.
5º. Las alegres casadas de Windsor: 7 sack = 3 canarias 4 jerez.
6º. Noche de Epifanía. 1 sack = 1 jerez.
Total de vocablos sack que aparecen en la obra de W. Shakespeare: 29, de los que 24 fueron traducidos por Astrana Marín como canarias, y solamente 5 como jerez.
10. Conclusiones
Dada la orientación de este artículo no puedo traer otro género de conclusiones que las puramente estadísticas, pues me desviaría de la finalidad previa si entrara en otros aspectos literarios o estéticos acerca de la belleza, genialidad, aparente grácil sencillez con que conduce las situaciones dramáticas o cómicas el inmortal dramaturgo. Con verdadera pena tenemos que decir que no es esa nuestra finalidad, monográficamente declarada en el taxativo título de este modesto artículo.
Y como en cada parágrafo hemos recapitulado las veces en que aparecen los vocablos ingleses referentes al vino español, y las traducciones que, casi en su mayoría, libremente efectuó de ellos nuestro bonísimo traductor Astrana Marín, no queda otro tipo de conclusión que una recapitulación final de la recolecta (o sea, la cosecha) de vino españoles que hizo en sus Dramatic Works el llamado “cisne de Stratford-upon-Avon”.
Y esta es la estadística total:
Número de citaciones concretas del vino de Canarias (canary) = 4 veces.
Número de citaciones concretas del vino de Jerez (sherris) = 8 veces.
Número de citaciones concretas del vino bastardo (bastard) = 2 veces.
Número de citaciones concretas del vino charneca (charneco) = 1 vez.
Número de citaciones del vino sack = 29 veces, que nuestro traductor soluciona con 24 veces como canarias, y 5 veces como jerez.
Con lo que resulta un total de citaciones de vinos españoles en las obras teatrales de William Shakespeare de, exactamente = 45 veces.
¡Cuánto nos hemos alejado (o, mejor, avanzado…) de las primeras alusiones del traductor Astrana Marín, en su “Introducción al mundo de habla castellana”!
11. Apéndice. ¿Citación de otros vinos no españoles?
Fuera de nuestro tema concreto (vinos españoles) quizás se interrogue el lector si William Shakespeare también elogió en sus obras otros vinos no españoles. Yo no estoy muy seguro, pues se me ha ocurrido esta pregunta después de haber orientado mi lectura hacia la búsqueda y el apunte de los vinos españoles, pero puedo afirmar que no recuerdo haber leído nada sobre ello. A veces, dice “bebamos” (y entendemos que no se refiere a agua: puede tratarse de la cerveza inglesa, o aguardiente, o cualquier clase de vino, pero sin una enunciación explícita). He leído poquísimas veces el sustantivo “vino”, sin especificar más. No era ese mi objetivo al leerme todas las obras teatrales del genial dramaturgo. Pero creo que no hace citaciones concretas de vinos no españoles, salvo alguna muy rara excepción. Vamos a exponer algunas citas, más o menos concretas, que conservamos de nuestros apuntes.
En Hamlet, príncipe de Dinamarca, acto I, escena IV, dice Hamlet a Horacio, sobre la próxima orgía nocturna del Rey: “… y como apura sus tragos del Rin…”, hay una clara alusión al vino renano (p. 1.342b, A.M.). En esta misma tragedia, en el acto V, escena I, el Clown 1º le dice al Clown 2º: “tráeme media azumbre de licor” (p. 1.385b, A.M.), sin especificar qué clase de licor. Y en el mismo acto V, escena II, al comienzo del banquete mortal, dice EL REY a los pajes: “Poned los jarros de vino sobre esta mesa” (p. 1.393b. A.M.). Y no se dice a qué clase de vino se refiere.
En otras obras hay citaciones más o menos concretas o inconcretas. En La Segunda Parte del rey Enrique IV, en su acto II, escena IV, se dice por Doll Tearsheet: “Hay en él todo el cargamento de un traficante de vino de Burdeos” (p. 476a, A.M.); es decir, no se cita en concreto el vino de Burdeos, sino a “un traficante de ese vino”. Y no hay elogio alguno.
Finalmente, hemos encontrado una cita concreta del vino moscatel. En La doma de la bravía (The taming of the shrew). Acto III, escena II. Delante de la casa de Bautista. Gremio cuenta cómo se ha efectuado la boda entre Catalina y Petruchio. En la misma iglesia era costumbre beber un vino: “¡A la salud de todos, exclamó! Sorbido de un trago el moscatel…” [“Quaff’d off the muscadel…] (p. 1.021b, A.M.). Pero es que el moscatel lo mismo podría ser español que italiano o de otro origen geográfico, y por eso no le podemos dar entrada segura como cita de un vino español, ni tampoco italiano o de otro raro país.
11. Apéndice segundo. Dos errores de Astrana Marín
Sin ninguna maledicencia, podemos traer dos errores (una minucia entre unos dos millones de palabras que tiene el volumen que poseemos y hemos manejado, de 1961) que hemos descubierto en las muy abundantes notas a pie de página con que nuestro traductor trató de aumentar los conocimientos de los lectores. Curiosamente, los dos son de carácter musical.
El primero se refiere a la traducción como “gallardía” (p. 1.247b, A.M.) de “un baile español de moda entonces en Inglaterra”. Se trata de la gallarda, así llamado en España. Precisamente nuestro traductor hizo bien la traslación por “gallarda” en otra nota anterior (p. 521b, A.M.), donde decía: “baile vivo de moda en tiempos de Shakespeare”. Se ve que no conexiona una traducción con otra de un mismo baile, por la diferencia de traducción y la diferencia de notas a pie de página.
Y el segundo error es la traducción como “violonchelo” de la expresión: “viol-de-gambois”, con una errada nota en la que se mete contra “las versiones bárbaras” que traducen el citado instrumento como “viola de piernas”. Pero en la realidad se trata de la voz italiana “viola de gamba”, que aunque se usa en su voz italiana en España, en realidad resulta ser su traducción exactamente como “viola de piernas”, porque se mantenía por el músico entre las piernas. Y, atención, el violonchelo es de la familia del violín (nada que ver con la viola de gamba), y aunque se inició a mediados del siglo xvi, solamente empezó verdaderamente a utilizarse como gran instrumento musical, a partir de las innovaciones (de tamaño, cuerda, sonoridad) que en él hizo el famoso “luthier” Stradivarius a principios del siglo xviii.
NOTAS
[1] Con esta solemne declaración comienza Luis Astrana Marín este Discurso: “Doy en la lengua más hermosa del mundo la obra entera del autor dramático más grande de todo el universo, de uno de los espíritus más serenos, de uno de los corazones más privilegiados de la Humanidad”.
[2] Y vuelve a insistir en estas cosas en su nota 1 de la p.140a, en la primera comedia que trae (Trabajos de amor perdidos = Love’s labour‘s lost) cuando dice todo lo que sigue: “Canary to it your feet. El canario era una danza española de mucha agilidad, tañido músico de cuatro compases y baile correspondiente, acompañando al son con vivos y cortos movimientos. Los viejos glosarios lo describen en latín de este tenor: concitatioris saltationis genus apud hispanus. Este baile canario, así llamado por proceder de las Islas Canarias, hacía furor en Londres en los tiempos de nuestro dramaturgo, que lo vuelve a citar en su comedia All’s well thats ends well = A buen fin no hay mal principio, acto II, escena I.
“También cita Shakespeare el vino de Canarias en Las alegres casadas de Windsor, en La noche de Epifanía y en La segunda parte de Enrique IV. Juegos de cartas españolas, como la de ‘la primera’, vinos como el jerez, bailes, etcétera, estaban de moda en todas las Cortes europeas. España daba entonces la pauta al mundo”. (Las negritas son nuestras, FRT).
Apostilla nuestra. Además de las citas de cosas españolas que trae Astrana Marín en la nota anterior, hemos encontrado dos citaciones de los hierros de Bilbao, en Las alegres casadas de Windsor (acto II, escena V; p. 1.123b, A.M.) y en Hamlet, príncipe de Dinamarca (acto V. escena II; p. 1.389b, A.M.). (FRT).
[3] Precisamente, el mismo Astrana Marín en una traducción de esta comedia que publicó en la Colección Universal, Madrid, Calpe, 1923, nos 804-805 de la colección, la titula Las alegres comadres de Windsor. Sin embargo en la traducción última, “definitiva”, de 1961, se vuelve más ortodoxo, y traduce, como es de rigor: Las alegres casadas de Windsor.
[4] Respecto a los dos libros que cita Astrana Marín el primero es de Ambrosio de Morales, Las antigüedades de las ciudades de España…, Alcalá de Henares, 1575. Respecto al segundo, parece ser, con toda seguridad, que se trata del de Alonso Martínez de Espinosa, Arte de la ballestería y montería, Madrid, 1761.
[5] El “ángel” era una moneda de diez chelines. Con este conocimiento podemos apreciar que el canarias era un vino caro en la Inglaterra reflejada por Shakespeare.
[6] No nos explica Astrana Marín el significado de jerez refinado. ¿Podría referirse a algo así como de una clase “superfina”?
[7] Seamos muy sinceros. Hemos supuesto que Astrana Marín se valió, sobre todo, de la edición de 1863. Y todo nuestro argumento expuesto se destruye, al comprobar que en la más antigua edición de 1740, la frase es así: “Come, at me pour some sack to the Thames-water” (vol. I, p. 227). Y este es el problema de las variaciones, tergiversaciones, supresiones, en unas ediciones y en otras. Donde en 1740 se escribe “some sack”, en ediciones del siglo xix se pasa a “in some”.
[8] “Ponche.- Bebida que se hace mezclando ron u otro licor espirituoso, con agua, limón y azúcar…” REAL ACADEMIA ESCPAÑOLA, Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Segunda Edición, Madrid, 2001.
[9] La ópera de Verdi se estrenó el 9 de febrero de 1893 en Milán. Casi un siglo antes, el gran Salieri, sobre quien pesa una absurda calumnia (se le hace asesino de Mozart, sin fundamento alguno) también había estrenado otra ópera Falstaff, en Viena, el 3 de enero de 1799. Hoy en día supervive con éxito el Falstaff de Verdi.