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De los cuatro acontecimientos que marcan el ciclo vital de un individuo, y que están ritualizados en todas las culturas, la muerte es la que implica de modo más patente al resto de los miembros de la comunidad.
El objetivo que nos proponemos es describir los rituales y ceremonias que rodeaban la enfermedad, la muerte y el subsiguiente período de luto en los pueblos de Antoñán del Valle, Quintanilla del Valle y Vega de Antoñán, en Léon (1). Nuestro estudio, no obstante, se basa en un documento escrito, recogido durante el trabajo de campo efectuado en Vegas del Condado (León) (2). De este análisis se deriva la pérdida o cambios acontecidos en dichas costumbres, de clara resonancia religiosa, enmarcadas cronológicamente en el texto entre 1920 y 1930 (3).
EL OBITO
Cuando una persona estaba enferma de gravedad se le administraba el Santo Viático y acudían todos los vecinos y amigos en procesión siguiendo al sacerdote. Las mujeres llevaban una vela («cerilla filera» ) y la que no tenía alguna en casa la tomaba prestada de la ermita. Esta procesión se acompañaba con las oraciones en latín del cura y de los más cultos del lugar; el resto rezaba la plegaria que conociera.
Mientras tanto se había preparado la casa del moribundo: luz, una mesa con un paño blanco y un vaso con agua. Se cuidaba mucho la apariencia: tenían sábanas en la cama y el suelo estaba barrido, pues todos debían ponerse de rodillas. Se aprecian en el texto referencias al «status» social de la familia; por ejemplo, la riqueza se plasma en objetos tan cotidianos como el tipo de orinal, la clase de suelo -«cuarto tablao»- e incluso la posesión de un reloj de campana o despertador (un lujo en aquello momentos).
Tras aplicar la extremaunción, el sacerdote, en nombre del enfermo, pedía perdón a los presentes por las ofensas realizadas.
El carácter colectivo de este rito se manifiesta en la condena de la comunidad al que no participara en el acto («lo criticaban de malo» ).
VELATORIO Y ENTIERRO
No se hace referencia en el texto al velatorio como tal pero sí a las oraciones que se rezaban. Este acto conllevaba el pasar la noche junto a la familia del difunto velando el cadáver.
El enterramiento era una forma de distinguir a ricos y pobres. En el documento que estamos estudiando se denomina «entierro de primera» al que se realizaba con tres sacerdotes y tres misas iguales; «de segunda» si tenía una sola misa con tres curas; y «de tercera» al de una misa y un cura.
A la puerta de la iglesia se cantaban los responsos cuyo precio era una «perrona» (diez céntimos) y las salves se estipulaban como de «perrina» (cinco céntimos).
Cuando el difunto pertenecía a una Cofradía, los miembros de la hermandad tenían una serie de obligaciones: debían llevar una vela desde la casa del muerto hasta el cementerio, juntos rezaban y cantaban, y eran contados; pues el faltar al entierro de un miembro de la Cofradía implicaba el ser multado ( «algunos nada más llegaban a contar» ).
«DAR CARIDAD»
Es este uno de los campos dentro del estudio de la cultura tradicional que carece de un acercamiento global, aunque haya habido aportaciones de gran interés (4). José Luis Alonso Ponga define la evolución de esta expresión como sigue:
(...) probablemente, en su origen con este término se designaban las limosnas que se hacían a costa de las mandas del difunto; pero como la mayor parte de las veces estas limosnas se materializaban en el reparto de comida a los asistentes, sobre todo a los pobres, el término «dar caridad" pasó a significar la comida y bebida que se reparte o se consume con motivo del fallecimiento de un miembro de la familia (5).
Siguiendo la terminología de este estudioso, en el presente texto encontramos los siguientes modos de «hacer caridad»:
1.«Los parientes y amigos del difunto eran invitados a comer el día del entierro»; aunque aquí se refiere sólo a los forasteros. Las comidas solían ser abundantes: garbanzos y bacalao con aceite, pan y vino; y escabeche los más ricos. Otras dos notas características eran las plegarias: en este caso, el rosario que se rezaba al final de la comida. También se apuntan dos abusos que, sin duda, contribuyeron a que desapareciera esta costumbre: los excesivos gastos y los desórdenes que se derivaban del mucho vino bebido («el vino estaba en la cabeza y no dejaba andar las patas y tenían que llevarlo para casa entre dos»).
2.«Ofrecer panes en el ofertorio de la misa»: los familiares del difunto llevaban al domingo siguiente una libra de pan y una vela. A cada libra del pan, el sacerdote cantaba un responso. La vela quedaba para la iglesia y el pan era para el cura; cuando acumulaba mucho lo repartía entre los pobres.
Sin embargo en el texto que estamos considerando se apunta una variante: el asistir a la misa ese domingo daba derecho a tener otra comida en la casa del difunto.
3.«Invitar a los pobres a una comida»: Se revela aquí el término «dar caridad» en el sentido más literal: «los mas (sic) ricos dejaban caridad que era dar de comer a todo el que llegara algunos (sic) le daban una ogaza (sic) entera para casa luego se corrían las voces y venían de lejos a la caridad».
EL LUTO
El tiempo que se debía guardar el luto aparece indeterminado, pero nunca era menor a un año; se llegaba incluso a los siete años. Otras obligaciones implicaban rezar el rosario todos los días en familia, mandar decir misa y no asistir a fiestas o bailes. Naturalmente debía cumplirse lo que el difunto dejó ordenado en el testamento.
CONCLUSIONES
Hoy en día queda muy poco de aquellos ritos que se han simplificado y perdido; de ahí la importancia de rescatar todos los documentos y testimonios que permitan comprender y valorar el sentido de los mismos.
A través de este texto se ha dibujado la evolución y el sistema de relaciones existentes en la época -religiosidad, simbolismo, «status» social, economía,...- perdidas por el cambio social, económico y cultural de la sociedad. Hemos aportado, asimismo, una variante dentro de los modos de «dar caridad» hasta ahora mostrados: el derecho a recibir una comida, el domingo después del entierro, por parte de los que hubieran estado presentes en el ofertorio de panes durante la misa de ese día.
Allá por los años 1920 en estos pueblo Antoñán-Vega- y Ouintanilla, cuando una persona estaba en peligro de muerte, se le administraba el Santo Viático, que venía el Sr. Cura a la Ermita, acudía todo el personal al toque de la esquila, y todos en procesión iban con una bela (sic) en cesa o cerilla filera, la mujer que no tenían de esto en casa, no era precavida la cojia (sic) en la Ermita, después la volvia al sitio, acompañaban al Santisimo todos rezando, el ti (sic) Francisco García, Pedro Serrano, Paulino Cantón, Lorenzo Sevillano, rezaban con el Sr. Cura por que (sic) sabian latin, los demas, cada uno lo que sabia, nos aprendian las madres y lo decia asi:
Nuestro Señor va por las cab__
En sus manos lleva
Un rico presente
Hijo es de la Virgen
Naturalmente
Va a ver al enfermo
Para que se consuele
Y que tenga dolor
De haber ofendido
A tan grande Señor.
En casa tenía una luz, una mesa con un paño blanco, un baso (sic) con agua que algunos ya no podian pasar, ese dia tenian sábanas a la cama y todo muy barrido, pues todos tenian que ponerse de rodillas se llenaba la casa, las casas ricas tenian el orinal de piedra o barro blanco, encima el escañil, los demas era de barro como las cazuelas, el cuarto tablao lo tenian aqui en Vega Francisco Garcia y Pedro Serrano y solo estos dos tenian reló de campana, en 1930 ya empezaron a traer algunos despertadores, pero decian que al estar el cuarto de suelo se ponian ferruñosos, si estaban graves luego le ponian la Santa Extrema-unción (sic), antes de esto el Sr. Cura rezaba las oraciones en voz alta para que todos oyesen vien (sic) puesto que si la casa era pequeña llegaba la cola asta (sic) la calle, si alguno no acudia lo criticaban de malo, el enfermo por boca del Sr. Cura pedia perdón a todos de las ofensas que le hubiera echo (sic), y todos contestaban (perdonamos) al final se apagaban las luces, y el personal se iba tranquilo por el perdón que se habian dado.
Rosario que se reza a un difunto
Ya que emos (sic) tomado el alimento corporal, encomendamos el alma de nuestro hermano difunto, con una estación menor, que se compone de tres padre-nuestros, tres ave-marias, y tres glorias patris...
En la mesa abrá (sic) pan, vino, y una vela encesa.
Por la señal de la Santa Cruz...
Acto de contrición, Señor mio Jesucristo...
Por su ánima, a intención de Padre...
Padrenuestro...
Por su ánima, a intención del Hijo...
Padrenuestro...
Por su ánima, a intención del Espíritu Santo...
Padrenuestro...
Por su ánima, y al estado Sacerdotal que Dios le dé luz y acierto para administrar los Santos Sacramentos cuando lo hubiesemos menester...
Padreuestro...
Por su anima, y el primer manjar que puso Dios en el mundo que fué pan y vino, fe, esperanza y caridad, que a ningun cristiano nos falte a la hora de la muerte...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus padres...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus suegros...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus abuelos...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus hermanos...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus tios y tias...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus padrinos que fueron los que lo libraron del pecado original...
Padrenuestro...
Por su ánima y penitencia viendadas (sic) y mal cumplidas si en algunas le podemos ayudar...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus hijos si los tiene difuntos...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus cuña os (sic) y cu ñadas...
Padrenuestro...
Por su ánima y ánima de sus amigos y enemigos, primos, primas, y todos sus familiares...
Padrenuestro...
Por su ánima, y al Patriarca San José, Patrono de la buena muerte, interceda por él ante el Señor...
Padrenuestro...
Por su ánima, y a San Lorenzo bendito, Patrono de las llamas de la tierra, lo libre de las llamas del infierno...
Padrenuestro...
Por su ánima, y el Angel de la Guarda, entregue su alma en las manos del Señor...
Padrenuestro...
Por su ánima, y el Arcangel San Miguel, Patrono de la milicia Celestial, lo defienda de las garras de Satanás...
Padrenuestro...
Por su ánima, al Santo que es oy (sic), al Santo que es mañana, al Santo que nació y al Santo que murió, lo libren de la pena eterna...
Padrenuestro...
Por su ánima y el anima mas necesitada que se alle (sic) en las penas del Purgatorio, y no tiene quien pida por ella mas que la oración de los bienechores (sic)...
Padrenuestro...
Por su ánima y obligaciones que an (sic) salido de la casa
Padrenuestro...
Aquí el rezador dice: hay algo más que añadir? y otro contesta, por las obligaciones del rezador
Padrenuestro...
La letanía en aquellos tiempos la sabian muy pocos, decian la Oración del Santo Sudario y
En el Monte murió Cristo
El Hijo del Dios Verdadero
No murió por sus pecados
Que murió por los ajenos
Enclavado (sic) está en la Cruz
Por vuestros clavos de hierro
Padre mio de mi alma
Divino Manso Cordero
Yo soy aquel pecador
Que tan afligido os tengo
Asta (sic) la tierra que piso
Padre mio no merezco
Un alma tengo emprestada (sic)
Desde luego os la ofrezco
Que la lleveis a gozar
A Vuestro Cielo Verdadero
Que si vos lo rogais
Seguro tendré yo el Cielo
Para que goce y descanse
Por los siglos de los siglos
Amén.
El entierro si era persona rica, era con tres Curas, o sea entierro de primera que eran tres misas iguales, todas con asistencia, si era de segunda una Misa con tres curas, y de tercera una Misa con un Cura, a la puerta cantaban muchos responsos, muy enternecedores los primeros en dar eran los familiares, algunos iban dos o tres veces casi todos llorando, pues los cánticos y el ser querido que se te marchaba te obligaban, los responsos eran de perrona y las salves de perrina (cinco centimos) si pertenecia a la hermandad tenian que llevar todos una bela (sic) encesa todo el camino y durante la Misa, al salir del cementerio el encargado las recogia, luego todos los de la hermandad juntos rezaban unas oraciones y contaban, si faltaba alguno y no habia pedido permiso lo multaban, algunos nada mas llegaban a contar, al terminar un familiar del difunto daba una voz diciendo: los forasteros acudan a comer a la casa, que eran buenos los garbanzos y bacalao con aceite pan y vino, los mas ricos ya daban escabeche, ese dia comian todo lo que llecaba el pellejo, al terminar de comer se rezaba el Rosario, que algunos ya no podian por que (sic) el vino estaba en la cabeza y no dejaba andar las patas y tenian que llevarlo para casa entre dos ¡que gastos! que molestias asi que se moria uno los hombres a Benavides a traer, las mujeres a buscar los potes de las madejas para ponerlo a cocer con paja por que (sic) estaban ferruñosos y no dejaban vien (sic) los garbanzos, se daba de comer el dia del entierro y el Domingo siguiente que era la oferta, volvian otra vez a la Misa a adonde (sic) estaban las achas (sic) con una libra de pan y una bara (sic) de cera filera, a cada libra de pan el Sr. Cura tenian que cantar un responso, la cera filera quedaba en la Iglesia, el pan era para el Sr. Cura, algunas veces juntaban mucho lo daba a los pobres del pueblo, los que acudian a la oferta volvian a comer a la casa, pues el ir a la oferta le daba derecho, si el que moria era rico daban algo a las ahijadas, como un pañuelo para la cabeza en señal de luto, las hijas y las nueras tenian que guardar 1-2-3 o mas años algunas asta (sic) que se terminaban las achas (sic), unas e---1 año 2-3-5 asta (sic) siete años segun del peso que fueran y la asistencia que tuvieran, las mujeres que las dejaban correrse eran adanas, el que no tuviera mujer en casa las encargaba a un familiar, no se presentaban los que estaban de luto donde hubiera baile, rezaban todos los dias el Rosario en familiar, mandar decir Misas, los mas ricos dejaban -ridad que era dar de comer a todo el que llegara algunos le daban una ogaza (sic) entera para casa luego se corrian las voces y venian de lejos a la -ridad, y a las fiestas nunca faltaban las hermanas de Armellada, los hijos cumplían todo lo que el difunto dejó ordenado.
FIN
Rosario en familia
Jesús Maria y José, Espiritu Santo y Gracia, el Señor sea con nosotros, y nos libre de nuestros enemigos.
Amen
Por la señal de la Santa Cruz...
Acto de contrición, Señor mio Jesu-cristo...
Celebrad gracia Dios mio, purificad Señor mis labios inflamad mi voluntad, para que en todo tiempo y lugar, sirva y agrade a Vuestra Divina Majestad.
Amen
Gloria al Padre al Hijo, y al Espiritu Santo...
Maria Madre de Gracia...
Los misterios...
La letania o en el monte murió Cristo...
La Oración del Santo Sudario...
Dios te salve Maria Hija de Dios Padre...
Por las benditas ánimas del Purgatorio...
Padre nuestro...
Por nuestras obligaciones difuntas, que tengamos obligación de rogar a Dios por ellas
Padre nuestro...
Por nuestros padres y madres abuelos y abuelas que tengamos allá
Padre nuestro...
Daremos muchas gracias y alabanzas a Dios Nuestro Señor por cuantos bienes y mercedes nos a echo (sic) y nos ará (sic) en adelante con su preciosa mano.
Padre nuestro...
Al Angel de la Guarda que nos guarde y acompañe ahora y asta (sic) la hora de nuestra muerte.
Padre nuestro...
Al Patriarca San José nos aga (sic) puros y castos en pensamientos palabras y obras, y nos de una hora de buena muerte.
Padre nuestro...
A San Antonio de Padua, a San Antonio Abad nos guarden nuestra almas y ganados para servicio de Dios.
Padre nuestro...
A San Tirso bendito nos cure los miembros.
Padre nuestro...
A Santa Lucia nos conserve la vista...
Padre nuestro...
A San Blas nos cure la garganta.
Padre nuestro...
A San Roque nos libre de pestes y males.
Padre nuestro...
A San Juan y San Pedro nos abran las puertas del Cielo, San Miguel bendito nos pese las almas del vien (sic).
Padre nuestro...
A Santa Barbara bendita nos libre de truenos relampagos y toda clase de maleficios.
Padre nuestro...
A San Lorenzo bendito nos libre de las llamas del infierno y de la tierra.
Padre nuestro...
Al Santo que es oy (sic), al Santo que es mañana, al Santo que nacimos y al que emos (sic) de morir, nos libren de vivir y morir en pecado mortal.
Padre nuestro...
Por los presos y encarcelados sin culpa, navegantes de tierra mar y aire, que Dios le lleve en paz a sus casas.
Padre nuestro...
Por todos nuestros amigos y enemigos, por los que nos an (sic) agraviado y echo (sic) mal.
Padre nuestro...
Al Dios del Cielo y a la Virgen Santisima nos concedan las indulgencias de la Santa Misa y nos agan (sic) participantes de ella.
Padre nuestro...
Por el que está en pecado mortal, que se renueve su corazón hacia el vien (sic).
Padre nuestro...
Por todos los enfermos que Dios le dé la salud si le conviene.
Padre nuestro...
Por el que está a cuerpo presente, que Dios le lleve a su Santo Reino de los Cielos y a nosotros cuando de esta bayamos (sic).
Padre nuestro...
A Santa Juaquina (sic) y Santa Ana, padres de Nuestra Señora sean padrinos de nuestras almas a la ora (sic) de la muerte, Santa Teresa de Jesús nos libre de muertes repentinas.
Padre nuestro...
Por todo lo que pasó a Nuestro Señor Jesu-cristo (sic) en su Sagrada Pasión y muerte, por salvarnos a nosotros pecadores.
Padre nuestro...
Por todos los Santos y Santas de la Corte Celestial, y siete leguas a la redonda por si a caso alguno a (sic) salido de paseo.
Padre nuestro...
FIN
El lunes, día de galbana
El martes, trabajar de mala gana
El miercoles, dia de tormenta,
El jueves, dia de mala cuenta
El viernes para cazar;
El sábado, para pasear,
El Domingo para descansar
El lunes, dia de las animas
El martes, dia de los martires
El miercoles, día de San Antonio,
El jueves, anda suelto el demonio,
El viernes, murió Nuestro Señor
El sábado, a la Virgen se consagró
El Domingo, es fiesta de guardar
No se trabaja se va a pasear.