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Según la definición que incluye el "Diccionario de la lengua española", editado por la Real Academia, cuento o relato es el "conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho".
El cuento tiene que tener un regustillo especial para que el lector lo siga y no se aburra. Esto lo admite todo el que esté dotado de esa sensibilidad que requieren las mentes creativas.
El cuento, antecedente al fin y al cabo de la novela, ya que el cuentista es un novelista quintaesenciado, debe reunir cierta extensión; pero, nunca conviene abusar de la paciencia del lector.
El autor ha de ser capaz de mantener al lector siempre tenso y pendiente del desarrollo de los hechos narrados, por lo que debe dosificar la resolución de su tema y no decirlo todo de una vez. Así lo sostenía un narrador tan autorizado como Eduardo Zamacois (1876-1971 ).
Es indudable que el cuento lleva trabajo. Escribir bien un cuento exige ciertas condiciones, ciertas técnicas muy depuradas en el cuentista, ante todo y sobre todo literato. Esto es indudable y la realidad lo manifiesta de modo ostensible.
Hay que ir lentamente, sin perder el hilo de la trama... La terminación es siempre lo más difícil. Pasa igual que con el soneto, en el que lo más complicado es su final. Hay que saber terminarlo.
En suma, se puede escribir mucho sobre el cuento. A Carlos Murciano (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1931), se deben juicios muy acertados, fruto de su experiencia, ya que es cuentista estupendo y laureado.
Los cuentos populares tienen que tener raíces y solera, una gran dosis de fantasía, un lenguaje sencillo, llano, a nivel popular, sin frases grandilocuentes ni palabras rebuscadas, pero ello no quiere decir que haya que caer en lo populachero, en la chabacanería, pues, ciertamente, el lenguaje popular, correctamente escrito, es algo puro, sin alambicar, hermosamente lógico. Hay que registrar un nombre señero, el de Antonio Machado y Alvarez, padre de los inspirados poetas Antonio y Manuel Machado.
Cuentistas de ámbito hispano:
El cuento pertenece al llamado arte de la prosa. Ofrece, de paso, una contribución a la estética de
la novela. El cuento ha motivado muchas especulaciones.
Entre los grandes cuentistas de ámbito hispano, cabe mencionar a "Fernán Caballero", "Clarín", Wenceslao Fernández Florez, Fermín Caballero, Camilo José Cela, Carmen Laforet, Francisco Ayala, Rosa Chacel, Jorge Luis Borges, José María Sánchez Silva, Ignacio Aldecoa, Alvaro de la Iglesia, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Miguel Angel Asturias, Mauro Muñiz, Francisco García Pabón, Susana Gómez de la Serna, Luis Berenguer, Martín Santos, Jesús Fernández Santos, Jorge Ferrer Vidal, Pedro Quintanilla, Rodrigo Rubio, Marcial Suárez, Jorge C. Trulok, Javier Aleixandre, Jesús Fragoso del Toro, Pedro Crespo, Felipe Santullano, Ramón Zuláica, Luciano Castañón, Eduardo C. Rico, José Antonio Mases, José Luis Prado Nogueira, Fernando López Serrano, José Madolell Soriano, Justo Merino Belmonte, Pilar Narvión, Gloria Fuertes, Angel Palomino, Manuel Lozano Garri, Alfonso Simón Pelegrí, Luis Fernández Roces, Anastasio Fernández Sanjosé, Juan Gómez Saavedra, Ramón Eiroa García, Elena Santiago, José Ferrer Bermejo, Manuel Terrin Benavides, Carlos Sánchez Pinto, Maximiliano Marrotti, Luis López Anglada, Narciso Sánchez Morales.
Hay un excelente volumen que registra a los principales cuentistas de la guerra civil española, recopilados por José María Gárate Córdoba.
Cuentista extremeños:
Los cuentos regionales, los que están entresacados de la rica tradición popular, que han sido moldeados en su fondo y en su forma a través de los siglos, tienen, a veces, orígenes remotísimos y adquieren carta de naturaleza después de este paso de los siglos, de sedimentar su contenido a través del fino tamiz de la idiosincrasia de la región en que han sido recogidos. Algunos tiene remotos orígenes, incluso basados en cuentos tales como "Calila e Dimna"; pero, han sido ajustados al aire que se respira en la tierra y asimilados y asumidos en su intrínseca significación.
Como quiera que el autor de este ensayo reside y se desenvuelve en Extremadura, he aquí la razón de ser de esta relación.
Entre los cuentistas extremeños, hay que mencionar a Felipe Trigo Serrano, Publio Hurtado Pérez, Antonio Reyes Huertas, Jesús Delgado Valhondo, Emidio Plasencia Vega -que hizo célebre al pueblo de Cañaveral por el cuento "El milagro", que le premió el diario "El Liberal", de Madrid, en 1908, y a cuya redacción quisieron llevarlo-, Rafael García-Plata de Osma, Cándido Sanz y Vera, Alfonso Martínez Garrido, Alfonso Albalá Cortijo, Francisco Moreno Guerrero, Arsenio Muñoz de la Peña, Enrique Romero, Tomás Martín Tamayo, Tomás Chiscano, Gregorio González Perlado, Ruíz de Gopegui, Juan de la Cruz y Francisco de Borja Gutiérrez Gómez, José Joaquín Rodríguez de Lara, José Antonio Ramírez Lozano, Piedad Silva, Eugenia García Rubio ("Laly del Coral"), José Augusto Oliver Marcos, Marisol Rodríguez.
No hay que olvidar los nombres de Pedro Muñoz Carrero, José García Morgado, Ricardo Acosta Camisón, Manuel y Rufino Delgado Fernández, Eladia Montesinos, José Canal Rosado, Julio Cendal Peñalver, Luis Montalván Portillo, Miguel Couto, Moisés Calletano Rosado, entre otros.
Conviene mencionar al inmortal poeta José María Gabriel y Galán (1870-1905), casado y afincado en Extremadura, en el famoso lugar de Guijo de Granadilla.
Si tuviéramos que citar nombres señeros de cuentistas populares extremeños, resaltaríamos a Marciano Curiel Merchán en la Alta Extremadura, y a Sergio Hernández de Soto en la Baja.
Solicitamos disculpas por alguna omisión involuntaria que se haya producido en las amplias listas que se insertan. Siempre se corre el riesgo, cuando se citan nombres.
Las ilustraciones añaden importancia al relato. Mensaje de cultura y aire popular:
Llevar al corazón de los extremeños un mensaje de cultura y aire popular de la inmensa ruralidad de la tierra, unido a una fe en los destinos de nuestro futuro. Junto a las tradiciones, hay que avivar y animar el origen de Extremadura, relicario de las más puras esencias. Se intenta contribuir a la difusión de lo extremeño y a la afirmación de la conciencia regionalista.
Todo ésto se propuso el que esto escribe, en su libro "Relatos de la tierra parda", extremeño por los cuatro costados.
Resurgir del cuento:
El cuento, que ha tenido gran preponderancia en las letras a principios de siglo, ha vuelto a resurgir a finales de esta centuria por mor de los escritores devotos de la narrativa breve, que tantos encantos ofrece.