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Las formas de vida de la comarca de Sanabria han recibido las más variadas influencias de las principales regiones del noroeste peninsular. situada la citada comarca entre Galicia, Castilla-León y Tras os Montes, participó de los problemas, la lengua y la cultura de esas tierras, presentando, al mismo tiempo, un sincretismo particular. Estas características, válidas para todo tipo de actividad y expresión popular en la zona, son claramente pertinentes en el tema de la literatura oral y, especialmente, en uno de los pueblos sanabreses que es exponente máximo de la frontería de la que hablamos: Calabor. Siguiendo la carretera sur que sale de Puebla de Sanabria, pasando Pedralba de la Pradería, casi en el límite con Portugal, está situado este pequeño pueblo, centro de nuestra atención etnográfica. Su subsistencia es dependiente de la agricultura, el tránsito con el país vecino, y, antaño, del tan famoso como malogrado balneario. Pero lo que nos interesa de ese pueblo es su tesoro oral, su expresión simbólica tal como era, o tal como ahora la recuerdan, los que fueron mozos en los años de 1925 a 1936. Las raíces y el acervo de un pueblo están contenidos, privilegiadamente, en su literatura viva, en los cantares, romances, historias, juegos y acertijos que se traspasan de una generación a otra para enseñar, insultar, asustar o divertir. Algunos autores ya se han ocupado de estudiar este tema en la comarca en general, como es el caso de Luis Cortés Vázquez en su interesante libro Leyendas, cuentos y romances de Sanabria (1). Nosotros, por nuestra parte, tratamos de realizar un estudio más concentrado en una zona de Sanabria, Calabor, atendiendo no sólo la literatura oral autóctona, o generada en el pueblo, sino a toda aquella que en los citados años del primer tercio de nuestro siglo, era conocida y contada o cantada en las estribaciones orientales de la Gamoneda. Destacaremos, eso sí, las producciones más enraizadas, completando de esa manera los escasos datos que sobre Calabor se contienen en el libro anteriormente aludido. El artículo se divide en dos partes principales que hacen referencia a las canciones, la primera, y a la literatura oral no cantada, la segunda. Las informaciones fueron recogidas fundamentalmente en 1991 y los informantes, a los que desde estas páginas testimoniamos nuestra gratitud, son todos de Calabor.
A. CANCIONES
En las frecuentes fiestas del pueblo, en bailes, por las calles o recogiendo hojas en los negrillos, los mozos y mozas calaborceños entonaban una serie de canciones que nos interesan bien por su temática, indicativa de los problemas e intereses de la zona, o bien por su procedencia, señalando así influencias exteriores. En las celebraciones colectivas, acompañados muchas veces por la gaita gallega, tambor y pandereta, se entonaban diversos tipos de canciones y ritmos: los llamados "agarraos", propios para el baile; los “corridos", con ritmo más rápido; las "jotas" que, como se sabe, tienen un ritmo característico más sincopado; y las "rondas", entonadas por las calles en grupos, no adecuadas para el baile. Pondremos ejemplos de estos tipos de canciones a continuación, empezando por una serie de canciones populares de mucha difusión en la época y con implantación especial y muy exitosa en Calabor.
Canciones Populares
El primer grupo de estas canciones tiene raiz norteña, de tierras de Asturias y León, principalmente. En 1925 la emigración masculina a estas zonas mineras era abundante. Los mozos, a la vuelta de su labor, traían consigo no sólo una mejora económica sino parte de la cultura, en especial las canciones que, normalmente dedicadas a las mozas casaderas, tienen temática no estrictamente amorosa. Veamos unos ejemplos:
Estribillo:
Que viva Oviedo,
que Oviedo viva.
Que viva Oviedo
toda la vida.
Mira por donde viene
la pícara mujer
con el pañuelo en la mano
cansadita de correr.
Al estribillo...
Segador que vas segando
por debajo de la yerbilla,
si la guadaña no corta
saca la piedra y afila.
Al estribillo...
Madre mía si me muero
entiérrame en el sendero,
déjame una mano fuera
para tocar el pandero.
Al estribillo...
Aquí le traigo una ronda,
novia de un amigo mío.
Si no te casas con él,
te vas a casar conmigo.
Al estribillo...
Con un pie en la sepultura,
ya para echarme o no echarme,
vino la muerte y no pude
de tu querer apartarme.
Al estribillo...
Si me muero que me entierren
en un cantero de flores.
Los ojos de mi morena
si tienen pena que lloren.
Al estribillo...
Dicen que la mar es ancha
y en ella cabe un navío
y en el pecho de mi amante
no cabe un secreto mío.
Al estribillo...
Cada vez que paso y veo
la siempre-viva tan fresca
me acuerdo, madre del alma,
que estás para siempre muerta.
Al estribillo...
Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera;
la que no quiero soy yo,
tronco de mala madera.
Al estribillo...
A la puerta de la cárcel
está escrito con carbón:
Aquí el bueno se hace malo
y el malo se hace peor.
Al estribillo...
A la puerta de la cárcel
no me vengas a llorar
ya que no me quitas penas,
no me las vengas a dar .
Al estribillo...
En este grupo de canciones de origen asturiana se encuentra la que transcribimos a continuación que era muy popular en la época:
Pasé el puerto de "Payares"
paseilo con mucha pena
porque dejé mis amores
p'allá de Pola de Lena.
A un lado del molino
llorando la encontré
como era tan bonita
la llevé a Santander.
No siempre los protagonistas son masculinos
Ay Pacomio dí que sí, dí que no,
Echate una novia, no le tengas miedo.
Las hermanas de Pacomio
gastan pañuelo merino,
que se lo trajo Pacomio
cuando vino del servicio.
Ay Pacomio dí que sí, dí que no.
Echate una novia, no le tengas miedo.
Las hermanas de Pacomio
gastan pañuelos de seda
que se los trajo Pacomio
cuando vino de la guerra.
Ay Pacomio dí que sí, dí que no.
Echate una novia, no le tengas miedo.
Estas canciones se entonaban, como hemos dicho, en las fiestas y bailes que, debajo de un castaño, en la parte central del pueblo, se organizaban periódicamente. En ellas no solía faltar la gaita de origen gallego, ni canciones como las que ahora se verán, de idéntica raíz. Ahora bien, las letras se modifican en la región y se mezclan, como veremos, con elementos asturianos, castellanos y portugueses.
Sal a bailar Carmiña,
Carmiña, Carmela;
con zapato baixo
y media de seda,
y media de seda,
de seda calada;
sal a bailar Carmiña
miña enamorada.
Carmiña, Carmela
que pena me da
la guerra de Cuba
murreuxe u rapaz.
Murreu, murreu,
deixalo murrer,
para tí, Carmela,
rapaz ha de haber.
Veamos otros ejemplos más breves en los que queda claro el sincretismo de la tradición calaborceña:
Si vas a San Benitiño
nun vayas au de Paredes
que hay outro más milagreiro:
San Benitiño de Mieres.
San Benitiño du Ollo redondo
hei de ir a la miña,
mai si non morro,
hei de levar una bota de viño
p'anborracharme en u San Benitiño.
................
La muliñeira estaba preñada;
el muliñeiro non sabía nada.
La muliñeira estaba de parto
y el muliñeiro non ten un cuarto.
................
Estas son las tonadillas del fraile, fraile. Fraile cornudo que a la calle sale desnudo,
a saltar ya brincar y andar por el aire.
Estas son las tonadillas del fraile, fraile.
................
Eu queríame casar niña
mai no tiño roupa.
Cásate niña filla,
cásate, que una perna
tapa outra.
................
Pur el rio abaixo va
una truita de pe.
Corre, que te corre va,
quien la pudiera culler,
quien la pudiera culler,
quien la pudiera atrapar,
pur el rio abaixo va,
pur el rio abaixo va.
Esta canción que sigue es genuinamente gallega pero presenta algunas modificaciones locales especialmente en las letras de las estrofas.
Estribillo: ¿
Bailaste Carolina?
Bailei, si siñor
¿Dime con quien bailaste?
Bailei con meu amor,
baileu con meu amor.
¿Bailaste Carolina?
Bailei, sin siñor.
El mandil de Carolina
tiene un lagarto pintado,
cuando Carolina baila
el lagarto mueve el rabo.
Al estribillo...
En mi vida he visto yo
lo que he visto esta mañana:
una gallina en la torre
repicando las campanas.
Al estribillo...
Madre mía, si me muero,
entiérrame en la bodega
y ábreme la sepultura
al pie de la cuba nueva.
Al estribillo...
Dicen que los sapos muerden
¡Esa sí que es carioca!
Ayer he pisado uno,
ni siquiera abrió la boca.
Al estribillo...
Los enemigos del alma
todos dicen que son tres,
y yo digo que son cinco
con mi suegra y mi mujer.
Al estribillo...
A la entrada de este pueblo
hay un espino que prende
la lengua de cuatro chicas
que dicen lo que no deben.
Al estribillo...
Ayer me puse a cantar
a los rayos de la Luna
por si veía bajar
de las dos hermanas, una.
Al estribillo...
A la entrada de este pueblo
hay una rica laguna
donde se lavan las guapas
porque feas no hay ninguna.
Al estribillo...
En las canciones que siguen son fácilmente rastreables las influencias, o el origen, castellano y leonés.
Al olivo, al olivo,
al olivo subí,
al cortar una rama
del olivo caí,
al caer, dije luego
¿quién me levantará?
Una niña bonita
que la mano me da,
que la mano me da,
que la mano me dio.
Una niña bonita,
más bonita que el sol.
Más bonita que el sol,
eso no puede ser.
Más bonita que el sol
no hay ninguna mujer.
Mis padres no me dejan
marchar para Madrid
porque creen que tengo
mis amores allí.
Mis amores allí,
eso no puede ser .
Más allá de La Habana
tengo yo mi querer,
tengo yo mi querer,
tengo yo mi adorar.
Más allá de La Habana
me tengo que casar.
La que sigue no es para baile sino para entonar, siguiendo el ritmo cadencioso de la gaita, por las calles.
Que no la llames
ramito verde,
que no la llames
que ya no viene.
Que se ha quedado dormida
debajo de los laureles.
De los laureles debajo
tengo yo mi sepultura
si contigo no me caso.
...............
Asómate a la ventana
paloma del alma mía.
De noche te tengo que ver
porque no puedo de día,
porque no puedo de día,
porque me agobia el trabajo,
en la ventana de arriba,
en la ventana de abajo,
tengo yo mi sepultura
si contigo no me caso.
...............
Ayer vino Pilar
después de pasar un mes en Madrid
y viene tan enfardá
que de los de acá
no quiere saber ná.
Y viene tan enfardá
que de los de acá
no quiere saber ná.
Algunas, como la siguiente, tocan temas religiosos.
¿Dime niño por qué lloras
retirado y sólo aquí?
Es que vivo sin cariño;
tuve madre y la perdí.
Nosotros te llevaremos
y una madre encontrarás.
Es una linda señora
que está siempre en un altar,
se llama Virgen María
sin pecado original.
Otras hacen referencia a temas militares con consecuencias en amores:
Adiós padre, adiós madre,
adiós hermanos pequeños.
Me voy a servir al rey
los cuatro años que le debo.
Pobrecitas novias, como llorarán
al ver que sus novios a la guerra van.
Las que lloran son las madres
que las novias no lo sienten,
les quedan cuatro chavales
y con ellos se divierten.
Pobrecitas madres, como llorarán
al ver que sus hijos a la guerra van.
Bejerana no me llores
porque me voy a la guerra;
ya vendrán tiempos mejores
en que yo cuide la tierra
para que tú tengas flores,
no te faltarán amores
que te cuiden la becerra.
Virgen de Begoña
dame otro marido
porque este que tengo,
porque este que tengo,
no duerme conmigo,
no duerme conmigo,
que duerme con otra.
Dame otro marido,
dame otro marido,
Virgen de Begoña.
Canciones Portuguesas (modificadas en la región)
Recogemos ahora una serie de canciones de la época que nos ocupa llegadas hasta Calabor desde Portugal. El léxico calaborceño incluye palabras y giros portugueses modificados con una impronta especial.
Era un pobre garotino
de ollos cansados nun mais,
vivía en una mansorda,
sustintaba pai e mai
con a venda du jurnai,
U pai era un alcólico
de quien la esposa sufra a noite
tratos murtais
y al otro día gastaba
todo lo que el fillo alfería
con a venda du jurnai.
Un día al volver a casa
encontrula ensangrentada;
Era su pai ca us bucados
a su mai anavayara
con instinto carnuvai.
Su pai foi pra cadeya;
sua mai pa la campa friya;
él al otru día preogaba
as nuvidades du día
que era a desgrasia de sus pais.
Desde que sei esta historia
no la ha que ma destruya,
una crianza na rua
sustintando pai e mai,
sustintando pai e mai,
con a venda de jurnai.
...............
¡Ay! ouvira danzar ouvira
¡Ay! ouvira he cousa boa.
¡Ay! ouvira danzar ouvira
¡Ay! as meninas de Lisboa.
ouvira no vira eu ya me virei,
as voltas de ouvira
eu fui quen as dei.
¡Ay! ouvira danzar ouvira
has los zapatos rumper.
El zapateriño e pobre,
hay que ayudarle a viver.
Ouvira no vira
eu ya me virei,
as voltas de ouvira
eu fuí quen as dei.
Canciones populares con ritmo de corrido
Quizás las canciones más populares son las que adoptan este tipo de ritmo de corrido, como puede observarse por el número elevado de estrofas y estribillos distintos que se presentan en esta versión. Los temas son por lo general desenfadados y burlescos:
Estribillos:
Anda, corre, ve y dile
a mi amante del alma
que no me olvide.
Ya fui, ya volví,
ya pasé la mar ,
ya cogí naranjas
de tu naranjal.
Una vuelta p'arriba,
otra p'abajo;
en el medio del baile
dale un abrazo.
Si quieres que te quiera
dame confites
que ya se me acabaron
los que me distes.
Si quieres que te quiera
dame doblones
que con ellos se alegran
los corazones.
Dicen que no me quieres;
yo a ti tampoco;
nos vamos olvidando
poquito a poco.
Basilisa, lisa, lisa.
Basilisa, lisa está.
Ya está lisa Basilisa
por delante y por detrás.
San Antonio bendito,
ramo de flores,
que a las descoloridas
le das colores.
Dame la mano paloma
para subir a tu nido.
Me han dicho que duermes sola,
yo quiero dormir contigo.
Como quieres que alto vuele
si un ala se me quebró.
Soy hija de una viuda,
mi padre se me murió.
Mi morena fue a la fuente,
a la fuente del querer ,
a beber una vaso de agua,
que tenía mucha sed.
Los leones del Congreso
se están muriendo de risa
porque ven a los madrileños
con corbata y sin camisa.
Algún día, Fuente-fría,
bebí agua en tus corrientes
y ahora pido por Dios
agua de las otras fuentes.
Si me quieres dímelo,
si no, dime que me vaya.
No me tengas al sereno
que no soy cántaro de agua.
Cuando paso por tu puerta
cojo pan y voy comiendo,
pa que no crea tu madre
que con verte me mantengo.
No me llames cuñada
antes que encuñe,
que las cuñas son buenas
para la lumbre.
A tu puerta planté un pino;
a tu ventana un cebollo.
De ese cebollo un espejo
donde se mira mi novio.
Un zapatero y un sastre
fueron al infierno juntos;
el uno se fue por varas
el otro se fue por puntos.
Catalina, mi vecina,
mujer de mucho aparato,
que se come las sardinas
y le echa la culpa al gato.
Dicen que Santa Teresa
cura a los enamorados.
Santa Teresita es buena
pero a mí no me ha curado.
Esta casa es casa grande;
aquí vive un labrador.
Tiene la mujer bonita,
los hijos como una flor.
Por la calle abajo
baja la zorrita dando voces
que le cortaron el rabo
los mozos para bigotes.
Arriba, galán, arriba
que más arriba estoy yo,
más arriba está la honra
que tu lengua me quitó.
Eres una, eres dos,
eres cincuenta,
eres la iglesia mayor
donde todo el mundo entra.
Dicen que casar, casar,
yo también me casaría
si la vida de casada
fuera como el primer día.
Cómo quieres que tenga
vivos colores
si se van a la guerra
los mis amores.
Me quisiste; yo te quise;
me dejaste de querer;
los dos tuvimos la culpa,
tú primero y yo después.
Caracoles con coles
es mi comida;
una caracolera
me dio la vida.
Quítate de mi presencia
que no te puedo mirar,
cada vez que te miro
hago un pecado mortal.
¿Con qué te lavas la cara
que tan rebonita estás?
Me lavo con agua clara
y Dios pone lo demás.
Anda diciendo tu madre
que tú una reina mereces
y yo como no soy reina
no quiero que me desprecies
Rondas (Con gaita gallega y tambor, 1930)
Canciones propias de los mozos para cortejar en grupo:
Estribillo:
Esta calle la rondan los mozos,
son chiquitos pero salerosos.
Esta calle la rondan chavales
con trabucos, también con puñales.
Esta noche rondo yo
con permiso del alcalde.
Voy a rondar una niña
que me enamore en el baile.
Al estribillo...
La calle de mi morena
ya no la rondan chavales
que la rondan buenos mozos
con trabucos y puñales.
Al estribillo...
Ponte majo bien las botas
y aprieta bien los cordones
que yo para tí no soy
ya que tantas faltas pones.
Al estribillo...
Canción de aguinaldo.
Los muchachos de este pueblo
esta noche aquí llegamos
con zambombas y panderos
a pedir el aguinaldo
y salud para ganarlo.
¿De quién es aquel pañuelo
que reluce en la cocina?
Es de la señora Luisa
que por muchos años viva.
Buenas noches aguinaldo
y salud para ganarlo.
¿De quién es aquel sombrero
que reluce en esa silla?
Es del señor Antonio
que por muchos años viva.
Buenas noches aguinaldo y salud para ganarlo.
Otras canciones populares breves
Propia de Calabor es esta canción de niños
María patata fría,
tiene tres sapos
en la barriga.
Uno le canta
otro le pía,
otro le dice:
Jesús María
no bebas agua
que está muy fría,
bebe aguardiente
que está caliente.
Asimismo era muy conocida en el pueblo aquella que decía:
Aunque me ves que descalcita vengo,
tres pares de zapatitos tengo.
Uno tengo en el corral,
otro en el trascorral,
otro en casa del zapatero.
Aunque me ves que descalcita vengo
tres pares de zapatitos tengo.
Con ritmo de "corrido" se entonaba:
En mayo cogí una rosa,
en mayo la deshojé.
En mayo me dio un desmayo,
en mayo me desmayé.
Y, por último, "pelando" las hojas en los negrillos, las muchachas cantaban:
Estoy loco de contento
porque me ha hecho mi madre
unos pantalones nuevos
de unos viejos de mi padre.
...............
¿Quién compra? que yo vendo
una camisa sin mangas,
sin puños, sin delanteros
sin lienzo por las espaldas.
Canciones para niñas y muchachas jóvenes
Las niñas tenían para sus juegos y corros una serie de canciones especiales. Recogemos las más conocidas en 1927:
Carta del rey ha venido
para las niñas de ahora, de ahora.
Que se vayan a la guerra
a defender la Corona, Corona.
Que dame la mano paloma, paloma.
Que quede usted con Dios señora, señora.
...............
Es la mujer del jardín
una flor que cautiva
y hace feliz al galán
que cortarla consiga.
Según la edad son capullos
o fragantes flores
y es un placer el gustar
la miel de sus amores.
Cuando tienen quince años
son capullitos que abren sus hojas;
cuando llegan a los veinte
son rositas de olor hermosas;
cuando tienen treinta y cinco
fragantes rosas se van haciendo
y al llegar a los cuarenta,
todas sus hojas se van cayendo.
...............
Jardinero, tú que vives
en el jardín del amor
de las plantas que tú riegas
¿Díme cuál es la mejor?
La mejor es una rosa
que se viste de color,
del color que se le antoja,
y que verdes tiene sus hojas.
Tres hojitas tiene verdes
y las demás encarnadas;
la más chiquita de ellas,
esa es la más resalada.
Muchas gracias jardinero
por haberme elegido a mí
entre tantas rosas bellas
que tienes en tu jardín.
Canción de escuela
Y para terminar, una canción de escuela de la época. La maestra enseña a los escolares esta canción que, si bien puede no ser estrictamente popular, cala hondo en el pensamiento de los infantes. La moralidad, no faltar a la escuela y estar agradecido a la maestra, son sus temas.
Vamos a la escuela,
vamos sin tardar ,
que la escuela es templo
de moralidad.
Si alguno a la escuela
no quiere venir
falta a sus deberes
¡Mejor es morir!
A la escuela
que ya es hora,
sin demora
vamos pues.
Nos lo exige,
nos lo manda
la voz santa
del deber .
De la profesora
vamos a escuchar
saludables reglas
de moralidad.
Ella cariñosa
labra nuestro bien,
el que no la quiera
un ingrato es.
Vamos a la escuela,
vamos sin tardar,
que la escuela es templo
de moralidad.
Si alguno a la escuela
no quiere venir
falta a sus deberes
¡Mejor es morir!
Vamos a la escuela,
vamos sin tardar ,
que la escuela es templo
de moralidad.
B. LITERATURA ORAL NO CANTADA
Pasamos a tratar este apartado de la tradición hablada más genuina de Calabor, que se compone de oraciones, romances, refranes, juegos, etc.
Oraciones
Esta primera oración es tradicional de Calabor. Luis Cortés recoge una versión más reducida que comienza por la invocación a Santa Elena reiniña, señalándonos que era un antiguo responsorio que se decía cuando se perdía un animal (2). Ofrecemos aquí un texto más amplio que quizá sea la fuente de ese responsorio.
Elena, Elena,
hija del rey y de la reina,
tú que también reina fuiste,
todo el mundo recorriste,
todo el mar atravesaste
desde poniente a levante.
Con tres hebreos te encontraste
a tu casa les llevaste,
en una habitación los encerraste.
Tres días los tuviste
sin comer ni beber.
A los tres días te dijeron:
"Elena, Elena,
danos de comer y de beber
y te revelaremos el secreto
que tú quieres saber"
"No os daré de comer ni de beber
mientras no me digáis dónde está
la Cruz de Jesucristo escondida".
Con los tres hebreos te embarcaste
a Jerusalén llegaste,
junto a la palma escarbaste,
la Cruz de Jesucristo encontraste,
los tres clavos le quitaste.
Uno lo tiraste al mar y lo consagraste;
el otro se lo diste a tu hijo Constantino
para que ganase las batallas;
el otro lo dejaste para los necesitados.
Dádmelo santita mía;
no os lo pido dado sino prestado
y por lo que padeció Jesús
con el mal ladrón,
sacadme de esta pena
y de esta aflicción.
Mucho más extendidas están las dos siguientes oraciones, una dedicada a San Antonio y otra a Santa Bárbara, santos que contaban con gran devoción popular.
Responsorio de San Antonio
Si buscas milagros mira
muerte y horror desterrados,
miseria y demonios huídos,
leprosos y enfermos sanos.
El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.
El peligro se retira,
los pobres van remediados.
¡Cuéntelo los socorridos,
digánlo los paduanos!
El mar sosiega su ira,
redímense encarcelados,
miembros y bienes perdidos
recobran mozos y ancianos.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
Ruega a Cristo por nosotros
Antonio divino y santo
para que dignos así
de tus promesas seamos.
Señor oye mi oración
pues a ti suplico y llamo
y mi oración a ti llegue
y halle favor y amparo.
Oración a Santa Bárbara
Santa Bárbara bendita
que en el cielo estás escrita
con papel yagua bendita
en el ara de la cruz
nuestra muerte amén Jesús
Santa Bárbara bendita (?),
madre de San Agustín,
a Dios entrego mi alma
que yo me voy a dormir.
Oración para decir los niños antes de acostar (1927).
Peculiar oración infantil, autóctona de la zona, que recibe el nombre de su primer verso:
"Padre nuestro pequenino"
Padre nuestro pequenino,
guíanos por buen camino,
camino de salvación,
mis pecados muchos son,
no los puedo confesar
ni de día ni de noche,
ni a la hora de acostar.
El diablo es un perro judío
que atormenta a Jesucristo.
Jesucristo es mi padre,
la Virgen es mi madre,
los angelitos mis hermanos
me llevaron a Belén,
desde Belén al Calvario,
ahí estaba San Vicente
que era mi pariente;
me hizo una cruz en la frente
para que el diablo no me tiente
ni de día, ni de noche,
ni a la hora de la muerte.
Quítate enemigo
no duermas conmigo
me tapa con su manto.
Si me duermo, despertadme;
Si me muero, alumbradme
con las tres candelitas
de la Virgen del Carmen.
Levanta José;
enciende candela;
mira lo que anda
por tu cabecera.
Los ángeles son,
los ángeles eran,
vieron un niño
envuelto en un paño.
¿De quién es este niño?
Es de María.
¿Dónde está María?
Está en el altar,
pequeños y grandes
la van a adorar .
Las maravillas del niño Jesús
que suelta la teta
y agarra la cruz.
Tres palomitas
en un palomar
suben y bajan
y besan la mano
de su majestad.
Romances
Sanabria es tierra de romances. Expandidos por su geografía se han encontrado versiones de los romances tradicionales de Gerineldo, Don Pedro, etc. Ofrecemos aquí una variante, no recogida por otros autores, del romance de Don Pedro:
A cazar iba Don Pedro,
a cazar donde solía
y oyó cantar a una mora
al pie de una fuente fría
¿Qué hace ahí la mora?
¿Qué hace ahí la niña?
Deja beber mi caballo
en esa fuente cristalina.
No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva.
Me cautivaron los moros
siendo yo chiquita y niña.
Me cautivaron los moros
en los riscos de Melina
donde mi padre el rey D. Pedro
buenos palacios tenía.
Por las señas que tú estás dando
tú eres hermanita mía.
A la grupa del caballo
sube D. Pedro a la niña.
Abridme la puerta madre,
ventanas y celosías;
creí traeros una nuera
y aquí os traigo una hija.
Romances de ciegos
Los romances relatados por los ciegos que recorrían las tierras españolas, vendiendo en esos años por una perra gorda sus letras, han sido estudiados por varios autores, entre los que destaca J. Caro Baroja (3). Por nuestra parte, nos limitamos a constatar la aceptación que tales relatos tenían en la zona, pudiendo decir que las historias sobre sucesos, crímenes, etc., se repetían con tanta frecuencia que pasaban a formar parte de la tradición oral. Veamos un ejemplo.
Una encantadora joven
sostenía relación
con un mozo postinero
que adoraba con pasión.
Al conseguir sus favores
y al ver que encinta quedó
trataron de casamiento
pero aquel infame huyó.
Ella muy apurada
por esto así quedó
llorando desconsolada
porque la honra perdió.
Al llegar un cierto día
luz a un hermoso niño dio;
lo cogiera entre sus brazos
y hacia un monte lo llevó,
lo dejó en un barranco
envuelto en un pañal,
ocultando su deshonra
esta madre criminal.
Pero al siguiente día
un pastor que allí pasó
por aquellas cercanías
un niño llorar oyó.
El pastor con la alegría
pronto a su casa llegó
y a su esposa muy contento
este niño le entregó.
Desde que llegó a ser mozo
los padres con gran dulzura
le preguntaron si estudiar quiere
para carrera de cura.
A los veintidós años
logrando su intención
que por fin llegó a ser cura
en esta población.
Pero un día inesperado
en la iglesia penetró
tristemente una señora
que al confesor se acercó;
se arrodilló al momento
el padre preguntó:
"Dígame usted sus pecados
para que los oiga Dios"
"Padre tengo una pena
pues hice yo un gran mal
y mi conciencia me dice
que fui una criminal.
Hace veintidós años
a mi hijo abandoné;
no sé si es vivo o muerto
hacia un monte yo lo llevé"
"Madre yo te perdono
porque comprendo yo
que la culpa no fue tuya
sino del hombre que te perdió".
(Manuela del Campo Montecino, Calabor) (4)
Dichos y refranes populares
Comenzamos por esta extraña invocación al Cristo del Villar:
Santo Cristo del Villar
fuste feito d'un peral.
Eu peras nunca ti ví,
os milagros que tu fagas
que me los claven ichí. (señalando la frente)
Otros refranes y dichos, no necesariamente sólo de Calabor:
Si vas a San Vicente, almuerza y vente. No esperes a merendar que con la nevada no podrás pasar.
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El que a los treinta no se ha casado y a los cuarenta no es rico, llámale borrico.
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Más da el duro que tiene que el blando que no tiene.
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A los hombres y a los gatos, la misma comparación, que tienen comida en casa y van en busca del ratón.
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Sacristán que vendes cera y no tienes colmenar, o la quitas o la robas a los Santos del Altar.
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Vámonos a la cama,
vámonos a dormir
tú llevarás la manta,
yo llevaré el candil.
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Hermana dame la asadura, dura, dura,
que me quitaste de mi sepultura.
Aleluya, aleluya, dijo el cura
por comer de la asadura.
El sacristán dijo amén
por comer de ella también
y el ama por estar callada
se comió la mejor tajada.
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Papeles son papeles,
cartas son cartas;
las palabras de los hombres
todas son falsas.
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Come, bebe y ponte gordo y si te llaman, hazte el sordo.
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En el país de los ciegos los tuertos llevan la gala
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Poquito a poco, hila la vieja el copo
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Al borracho fino, agua y vino,
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Cuando el botero vende la bota, o sabe a pez o es que está rota.
El hombre es el fuego, la mujer es la estopa, llega el Diablo y sopla.
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Magdalena, Magdalena pincha el pote en la cadena. Quítalo, quítalo que se te quema.
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Cuerpo triste entra por donde saliste (Dícese al que se acuesta sin hacer la cama)
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Del monte vienes, para lo noche lo tienes. Al monte vas, para la noche lo tendrás. (Se refiere al pastor que no da de comer en casa a su ganado)
Trabalenguas
Por el río abajo van tres tablas
entaravín-contín-coladas.
El galán que las entaravín-contín-coló,
que las vuelva a entaravín-contín-colar mejor
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Estaba un perro
debajo un carro
vino otro perro,
le mordió en el rabo.
Echó a correr
por la cuesta arriba,
vino otro perro
y le mordió en la barriga
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Han dicho que he dicho un dicho
dicho que no he dicho yo
que si yo lo hubiera dicho
no hubiese dicho que no.
Cuento breve
Cuento del gallo que iba a la fiesta del tío Perico y al salir de casa encontró una boñiga y dijo: "Si pico me mancho el pico y si no pico, tengo hambre" Picó y se manchó el pico. Siguió andando y encontró una malva. Le dijo: "Malva, límpiame el pico, que voy a la boda de mi tío Perico", La malva le dijo: "No quiero". Más adelante el gallo encontró a una oveja y le dijo: "Oveja, come a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico", "No quiero", Siguió andando y encontró a un lobo y le dijo: "Lobo, come a la oveja, que la oveja no quiso comer a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico" "No quiero", Siguió andando y encontró a un perro y le dijo: "Perro, corre al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso comer a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico", "No quiero". Siguió andando y encontró un palo y le dijo: "Palo, pega al perro, que el perro no quiso correr al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso comer a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico", "No quiero". Siguió andando y encontró fuego y le dijo: "Fuego, quema al palo, que el palo no quiso pegar al perro, que el perro no quiso correr al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso comer a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico", "No quiero", Siguió andando y encontró agua y le dijo: "Agua, apaga el fuego que el fuego no quiso quemar al palo, que el palo no quiso pegar al perro, que el perro no quiso correr al lobo, que el lobo no quiso comer a la oveja, que la oveja no quiso comer a la malva, que la malva no quiso limpiarme el pico, que voy a la boda de mi tío Perico",
Juegos y corros infantiles
Pinto, pinto.
Yo pinté.
Los ratones
a correr.
Cogí uno
por el rabo,
lo llevé
al mercado
¿Cuánto vale
este ratón?
¿Diez mil reales
o un millón?
Date la vuelta
que las once son.
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A la pinpineja,
la mano la coneja.
Los perros ladrones
en Portugal.
¿En qué calleja?
En la moraleja.
Agárrate niña
de esta oreja.
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Pinto, pinto
gorgorinto.
Vendo las vacas
a veinticinco
y los bueyes
a veintiseis.
Tengo un buey
que sabe arar
y también retozar.
Da la vuelta a la redonda,
esta mano que se esconda.
Dame la manita.
Me la comió la ratita.
Dame el manón.
Me lo comió el ratón.
Dámela, dámela
que te la veo yo.
(Después se partía el brazo en tres partes: "La mano, para tu madre. El brazo para tu padre". Y al llegar al antebrazo se hacían cosquillas en el sobaco para hacer reir a todos los jugadores).
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A la cantimplora, cantimploremos.
Buen borriquito tenemos.
Amagar y no dar.
Dar sin duelo
que murió mi abuelo.
Dar sin reir
que murió la codorniz.
Dar un azotito en el culo
y echar a "fusir" (5).
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A la rueda la campana,
comeremos ensalada
con un cacho de pan duro.
Machurro, machurro,
que vuelva esta niña de culo.
(Se sigue así hasta que todos los jugadores se dan la vuelta).
A tapar la calle
que no pase nadie.
Que pasen mis abuelos
comiendo ciruelos,
tortillas amarillas,
que se pongan de rodillas.
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Cuchillín, cuchillán
de la vera, vera, van
del palacio a la cortina
¿Cuántos dedos tienes encima?
Uno.
Si hubieras dicho dicho dos
ni perdieras, ni ganaras,
ni te dieran cuchilladas.
Cuchillín, cuchillán
de la vera, vera, van
del palacio a la cortina
¿Cuántos dedos tienes encima?
(y así hasta que el niño de abajo acierte el número de dedos puesto por el de arriba que entonces no podrá pellizcarle y habrá de cargarle a su vez)
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¿Dónde estás?
En el taburete.
¿Qué comes?
Manzanete.
¿Darás de él?
Sí, daré.
Bájate tú
que yo subiré.
(Los dos niños puestos espalda contra espalda se aupan alternativamente sosteniendo el diálogo indicado).
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Era un rey que tenía tres hijas,
las metió en tres botijas,
las tapó con pez
¿Quieres que te lo diga otra vez?
No.
No digas no, di sí.
Era un rey que tenía tres hijas,
las metió en tres botijas,
las tapó con pez
¿Quieres que te lo diga otra vez?
Sí.
No digas sí, di no.
Era un rey que tenía...
(Se sigue así indefinidamente)
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¿ Dónde estás?
Aquí
¿Dónde?
En casa del conde.
Que te rape, que te monde.
Que te quite esa pelleja;
que te ponga otra más vieja.
Que te eche al rincón;
que te pique el arañón.
Que te eche a la orilla.
¡Que te pique la gallina!
(Se pellizca jocosamente al niño. Solía hacerse a la hora de acostar).
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NOTAS
(1) Véase. CORTES VAZQUEZ, L. Leyendas, cuentos y romances de Sanabria, Gráficas Cervantes (Salamanca, 1981)
(2) CORTES VAZQUEZ, L. Idem, 139-140
(3) CARO BAROJA, J., Romances de ciego (antología), recopilación y ensayo preliminar; Taurus (Madrid, 1966).
(4) Hemos recogido, también de Calabor, una variante de este mismo romance:
Una doncella muy guapa
es mujer angelical,
pero muy mala doncella,
pongan atención y verán.
Elena tenía amores
con un joven muy gallardo,
éste se llamaba Flores
y de apellido, Mabarro.
Estos se festejaban,
se amaban con ilusión,
ella al verse embarazada
clamaba mucho al Señor.
Elena preocupada,
vereis lo que prometió:
"en cuanto llegue la hora
lo haré desaparecer".
Llegó la hora del parto;
Dios le concedió un varón;
se puso buena en el acto
y Elena se levantó.
Ella coge al niño en brazos
y se lo lleva al monte
y en la sombra de un barranco
lo dejó a media noche.
Enrollado en un pañal
lo dejó encima de una mata
y la mujer criminal
hacia su casa se marcha.
Al amanecer el día
un pastor que allí se hallaba
desde muy lejos oía
cómo aquel niño lloraba.
Aquel pastor se fue
al encuentro de aquel niño
y en sus brazos lo cogió,
lo besaba con cariño.
Y el pastor muy contento
a su casa se marchó
con aquel precioso niño
y a su mujer se lo dió
y los dos muy complacidos
a la catedral se fueron
a bautizar aquel niño
que lo amaban con anhelo.
Cuando catorce años cumple
le dijeron con dulzura
vamos a darte un estudio
para carrera de cura.
A la catedral del Carmen
hablaron por caridad
si carrera queréis darle
a este niño por piedad.
Por fin carrera le dieron
y lograron su intención
porque muy pronto ha salido
cura de la población.
Un domingo de mañana
en la catedral entró
una señora elegante
en busca del confesor.
El confesor jovencito
de rodillas se postró:
"Dígame buena señora
dígame en nombre de Dios"
"Padre tengo una gran pena,
he sido muy criminal,
más horrible que una fiera
en aquella hora fatal.
No tengo perdón de Dios
porque he sido muy cruel.
¡Que se me lleve el Señor
o el maldito Lucifer!
Yo tiré a un hijo mío
el veinticuatro de agosto
del año mil novecientos dieciocho
No tengo perdón de Dios
por que he sido muy cruel.
¡Que se me lleve el Señor
o el maldito Lucifer!"
El cura muy jovencito
pasmado se quedó
al oir aquel milagro
que la señora explicó.
"Señora usted es mi madre
por lo que se explica usted.
Nuestra Señora del Carmen
nos dará su santa fe"
Madre e hijo se abrazaron
sin poderse separar.
Nos dará gloria infinita
nuestra Señora del Carmen.
(5) Fusir: huir