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A primeros de este siglo, con la reciente aparición en el mercado de las tarjetas postales, se inició una nueva forma de recordar o felicitar a una persona en un día señalado. Así, era muy frecuente que en el día del cumpleaños o santo de una persona, y en especial si era niño o joven, los amigos y familiares le enviasen una tarjeta postal con unos versos dedicados especialmente al interesado.
Los versos, agrupados en estrofas de 4 ó 6 versos, solían ser anónimos y mostraban la ingenuidad de quien los escribía, aunque muchos de ellos eran estrofas preestablecidas, que bastaba con cambiar el género del parentesco o el mismo parentesco que figuraba en uno de los versos para que el destinatario pudiera ser igual un primo o una prima o un amigo o una amiga. El tema elegido en los versos aludía a labores hogareñas, expresiones de afecto, buenos deseos y a la Naturaleza.
Esta forma de felicitar con versos ha estado usándose hasta los años 60. Actualmente, aunque sigue utilizándose la postal como medio de felicitación, los versos han caído en desuso.
Las estrofas que aparecen en este artículo han sido recogidas en las provincias de Segovia, Guadalajara, Badajoz y Madrid.
Estando yo en mi cocina,
planchando mi delantal,
me dijo una paloma
que era tu día natal;
dejé lo que estaba haciendo
y te escribí esta postal.
***
Todas las calles del pueblo
he recorrido dos veces
y no he podido encontrar
la postal que te mereces.
***
En Abril nacen las flores;
en Mayo, las margaritas,
y en el día de tu santo,
tu primo/a te felicita.
***
Al pasar por los jardines
tropecé con los rosales
y oí una voz que decía:
Fulanito/a, felicidades.
***
Esta mañana temprano
cantaban las codornices,
y en su canto me decían
que las pases muy felices.
***
Las palomitas del cielo
han nacido para volar,
y las manos de Fulanita
para coser y bordar.
***
No quiero que me convides,
quiero otra cosa mejor:
quiero que me quieras siempre
con todo tu corazón.
***
No te fijes en la letra
ni tampoco en la postal;
fíjate en el/la que te escribe
que te quiere de verdad.
***
A los ángeles del cielo
una pluma les pedí;
me la dieron de sus alas
para poderte escribir .
***
Que goces de dichas mil
como mi corazón desea,
y siempre hermoso/a te veas c
como la rosa de Abril.
***
El tronco, verde;
la hoja, lila;
el querer de un amigo/a
nunca se olvida.
***
Entrando por los jardines,
saliendo por los rosales,
oí una voz que decía:
Fulanito/ a, felicidades.
***
Si yo tuviera dinero
como tengo voluntad,
de oro te mandaría
esta bonita postal.
***
Hoy, día de tu santo,
día de mucha alegría,
te felicito, Fulanito/a,
con todo el alma mía.
***
Un limón echó a rodar
y en tu puerta se paró,
y eso quiere decir
que nos queremos tú y yo
***
Eres la senda en el bosque;
la azucena, en el campo,
y por eso te felicito
en el día de tu santo.
***
En el día de tu santo
recibiendo esta postal
espero que en ella veas
mi más sincera amistad.
***
Que pases feliz tu santo,
con fortuna y alegría,
es el ferviente deseo
de quien la postal te envía
***
A ti, tarjeta, te digo
que no me vuelvas a insultar,
porque en el día de tu santo
no te fui a felicitar .
***
Los angelitos del cielo
bajan de dos en dos
a felicitar a mi primo/a,
que es el/la que más quiero yo.
***
Esta postal te envío,
niña de mi corazón,
para que nunca me olvides
y la guardes con amor .
***
La naranja es encarnada
y el limón es amarillo;
te felicito los días
en prueba de mi cariño.
***
Si yo tuviera dinero
contigo lo partiría,
pero como no lo tengo
te felicito los días.
***
Pin piribín, pin piribán;
son las doce de la noche
y es hora de acostar.
Antes de realizarlo,
te quiero felicitar.
***
Como postal me presento
a cumplir un deber santo,
por tratarse de mi primo/a
en el día de su santo.
***
Si yo fuera jardinera,
flores te regalaría;
pero como no lo soy,
te felicito los días.