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En nuestro deseo de poner en conocimiento de los lectores las cuestiones populares, entre ellas las canciones de quintos, como expresión viva de una forma de sentir de quienes han de cumplir el servicio militar, a continuación reflejamos en estas columnas algunas, con verdadero interés, que hemos recogido en nuestras andanzas por la provincia de Albacete.
Caña Juncosa es una pedanía de la localidad de San Pedro. Población agrícola y ganadera, se levanta a unos cuarenta kilómetros de Albacete y a cinco de San Pedro. El ingenio popular, que a través de los siglos modela el lenguaje, ha convertido el nombre de Caña Juncosa en «Caña-Cosa».
Y, así, con este apócope toponímico, los quintos «cañacoseros», -podría valer el gentilicio-, cantan:
Ya se van los quintos, madre,
ya se va mi corazón,
ya se va el que tiraba
chinitas a mi balcón.
Ya se van los quintos, madre,
ya se van los buenos mozos,
que quedan los tuertos, mancos y cojos.
El folklore se filtra de unas a otras tierras y hace que, en ocasiones, coincida en un denominador común. Pero, es cierto, en cada comarca, en cada pueblo, adquiere matices propios, identificativos.
En Cañi-Cosa, se canta en son de chirigota esta jota, jocosa por demás:
Menéate, bailaora,
menea bien las «patas»;
parece que vas bailando
en un montón de patatas.
Y al estribillo, niña;
y al estribillo, niño.
Ten cuidado, muchacho,
no rompas el lebrillo.
Y al estribillo, niña;
Y al estribillo, niño;
ten cuidado, muchacho,
no rompas el lebrillo,
la. la, la...
En las tierras albaceteñas, hay que consignar también los aguilanderos, coplas de navidad, canciones populares que también suelen entonar los quintos en sus fiestas:
A esta puerta hemos llegado
cuatrocientos, en cuadrilla;
si quieres que nos sentemos,
saca cuatrocientas sillas.
El Bonillo es una villa de la provincia de Albacete poblada por unos seis mil habitantes. En el Campo de Montiel, al norte de la sierra de Alcaraz. Su término municipal está avenado por los ríos Pinilla y Peña.
En el orden artístico y monumental, citaremos siguiera su iglesia parroquial, enriquecida por bellísimos cuadros; entre ellos un retrato que pintó Vicente López (1772-1850), prestigioso pintor valenciano, quizá el más representativo de la época de Carlos IV y Fernando VII.
las producciones agrícolas de El Bonillo son: el trigo, avena, cebada y centeno; avicultura -aunque también hay industrias derivadas, como la harinera-.
Por lo que se refiere a la población del El Bonillo, hay que anotar algunas coplas de quintos, como estas que transcribimos:
Ya se van los quintos, madre;
ya se van los quintos, son;
ya se van los quintos, madre,
madre de mi corazón.
El médico me ha «mandao»
una mujer de a cuarenta;
yo digo que dos de a veinte
me tienen la misma cuenta.
Como puede observar el curioso lector, todas las coplas de quintos tienen un tema común: la madre, la deseslperanza por la partida a tierras lejanas (en la época en que se compusieron por la mente popular), la novia, la esperanza del feliz regreso.
Pero, a pesar de su similitud, cada tierra da a la copla como si dijéramos su soplo espiritual definitorio de sí misma, como si se tratara de dar señas de identidad al sentimiento más profundo del pueblo.
A la capital y provincia de Albacete, cantada por el exquisito maestro Azorín ( 1872-1967) y otros ingenios peregrinos que figuran en la importante antología albacetense, corresponden canciones, seguidillas y dichos populares que.insertamos a continuación:
La Virgen de los Llanos
le dijo a la del Pilar:
-Si tú eres aragonesa,
yo soy manchega y con sal.
Albacete está en un llano
Chinchilla en cuesta.
la Virgen de los Llanos,
Patrona nuestra.
Pero hay una variante popular en esta estrofa:
Albacete está en un llano
Chinchilla en cuesta.
la Virgen de los Llanos,
a la traspuesta.
Continuamos con las tradiciones populares en lenguaje versificado:
Aunque soy de la Mancha,
no mancho a nadie;
más de cuatro quisieran
tener mi sangre.
Esta última estrofa constituye una especie de himno de afirmación de un pueblo que posee características propias y diferenciadoras de los que lo rodean, y quiere conservarlas y acrecentarlas para no sentirse desarraigado en su propia tierra.
Todos los de Casas Ibáñez
llevan zapatos que gruñen;
también llevan en el pescuezo
algunas que los rebullen.
Casas Ibáñez, fanfarria;
gente noble en Alborea,
Casas de Ves, los machotes;
y en la Villa está la rueda.
Argamasón es una pedanía de Albacete, ofrece dichos populares muy curiosos, entre los que incluimos el siguiente: «Los de Argamasón, que de lejos parecen tontos y de cerca no lo son».
En cambio, los de otros pueblos próximos, por aquello de los exhacervacismos locales y rivalidades existentes, que vienen de muy antiguo, admiten la variante de... «y de cerca lo son».
Los de Abengibre son, por gentilicio correcto «abengibreños». He aquí una expresión muy corriente: «De Abengibre, Dios nos libre». La respuesta para el foráneo suele ser de esta guisa: «...de los que llegan, no de los que viven».
Puede observarse que el ingenio popular, punzante a veces, desprende costumbres y sombra de rencillas que vienen de lo más profundo de nuestro pasado.
Para bailar manchegas,
vestido corto,
porque el vestido largo
rompe pronto.
A la Mancha, por trigo,
se fue mi Pepe.
Se llevó cuatro cuartos
me trajo siete.,
Cuando paso por tu puerta
cojo pan y voy comiendo;
porque no diga tu madre
que con verte me mantengo.
Expuestas las. notas y .estrofas y dichos que gozan de popularidad en tierras de Albacete, se nos ocurre que, por la importancia que revisten y por cuanto satisfacen a quienes nos leerán, hay que seguir las huellas de Espinosa, Barahona de Soto, Baltasar de Alcázar, Gonzalo Correas, Sorapán de Rieros, Machado y Alvarez Rodríguez Marín, Matías A. Martínez, Marciano Curiel Merchán, Serna, Carmen Usero, Carmen Ibáñez, Giménez García, Fuster Ruiz, García Lanciano, y otros muchos, que permanecieron y continúan consagrados, al correr de los tiempos, a la investigación de lo popular, por puro deleite, y nos legaron formidables estudios que cabría agavillar y que seducen sobremanera a todos los admiradores del saber del pueblo llano.