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NOTAS A LA CORDERADA DE CASTROPONCE

SALCEDO, Emilio

Publicado en el año 1980 en la Revista de Folklore número 0 - sumario >



Corderada de Castroponce es la versión textual que Joaquín Díaz me brinda para el comentario y la meditación; José Delfín Val me entrega la última grabación, porque se trata de una representación, cantada y representada, por última vez en 1961. La lectura del texto, la audición de la representación, plantea ya una serie de problemas y la necesidad de situar este texto, acto o rito, en una tradición. Tiene todas las características formales de un auto o representación y esto nos retrotrae, necesariamente, a la Edad Media, pero sin olvidar nunca las características de esta zona geográfica, asiento de los vacceos, parcialmente romanizada con explotaciones agrarias y castros (Castromembibre, Castromonte, Castrobal, Castroponce, Castronuevo, Castroverde), campo gótico después en algunos de sus extremos, arrasada por las correrías de Almanzor, tierra de nadie o frontera, hasta que Castilla consolida su dominio superando las márgenes del padre Duero, tierra de las pueblas - órdenes religioso-militares, ganapanes y pastores que en estos pagos cultivan el cereal y las merindades buscan su asiento y sus pastos; el molino para el labrador y las cañadas para los pastores. Melgar de Abajo es cabeza de Condado que abarca con su dominio la zona y se reconstruyen o edifican nuevas iglesias.

La comunidad en los pueblos, que son frontera en continua expansión, se apiña en torno a las iglesias fortaleza o los castillos -Castroponce lo tuvo-. En la Iglesia,siempre próxima al castillo si lo hay es siempre fiesta -rito, ceremonia, celebración y duelo- y los oficios de la naciente liturgia tienen todas las características de una representación en la que participa toda la comunidad. Se intenta representar , desde el primer momento, la vida y la pasión de Cristo y clérigos y fieles juegan su papel en el solemne ritual que no deja de tener el doble sentido de lúdico y catártico. Los textos anónimos y rituales se van fijando, y a medida que se hacen más ritos se vuelven más formales y rígidos. La Cristiandad, desde los siglos IV al X vive esta tensión y no faltan noticias, lejanas, tardías, que se transmiten casi milagrosamente, de lo que en un lugar u otro se dice, se hace y se cree. Nos sorprende aún hoy la posibilidad de esa transmisión, pero un viajero o peregrino cuenta algo de lejanas tierras y su testimonio pasa todas las fronteras, magnificado o degradado. Siempre en la antigüedad ha habido viajeros, peregrinos, no turistas y su lenta andadura se impregnaba del. amasijo del recuerdo y de la sorpresa de lo encontrado en la ruta. Una necesidad de dar nuevas noticias, un evangelio, y de que fuesen comprendidas, puede .justificarnos las formas de expresión y de comprensión. La Cristiandad no se difundió fulminantemente sino a través de la lenta andadura, paso a paso y con fatiga de los caminantes y peregrinos y ello explica mucho de las primeras corrientes heterodoxas, la fijación de los textos evangélicos, etc. Una dama gallega cuenta su peregrinación a Jerusalén en el siglo .IV, un caballero andante hace lo mismo, un clérigo, un esperanzado peregrino. Sorprende esta movilidad, pero fue real y el estudio de las rutas de peregrinación y sus ramificaciones vuelve a desempeñar el mismo papel que antes tuvieron los itinerarios o calzadas romanas. Los clérigos reciben las noticias y las llevan también los transhumantes juglares y es una madeja sin fin que se enreda y desenreda en los establecimientos fijos, las posadas, los hospitales u hospederías de los conventos, donde la gente mide su camino y su trabajo desde la salida hasta la puesta del sol.

Los benedictinos, desde el noroeste de Francia, en su peregrinación de dominio para asentar nuevos conventos y lugares de poder trasmiten la costumbre que se hará ritual, de los tropos, interpolaciones en los cantos del Aleluia y se escriben antifonarios con múltiples variaciones. Estos se hicieron sobre la liturgia de la Resurección, pero no tardaron en introducirse en la de la Navidad, como es el Officcium pastorum del Códice de Rouen, que entronca con una larga tradición que en España registramos en algunos de los más populares villancicos y en ese teatro sin palabras de los belenes caseros y en la tradición evangélica. Una versión del Officium pastorum, procedente de la catedral de Huesca (siglos XI-XII) ha sido localizada por pacientes investigadores (Young, The Dramm of the "Medieval Church", Oxford University Press, 1951, t. II, pág. 437). Puede pensarse en otras muestras perdidas y para nuestro caso bueno es recordar que tropos de la Resurección (de 1500 a 1555) se encuentran en Palencia y en Segovia (F. Lázaro Carreter, Teatro medieval 2ª ed. Castalia, 1956) zonas más próximas. ¿No habría también un Officcium pastorum perdido o destruido? Hasta que Valladolid fue sede episcopal, en tiempos de Felipe II, esta tierra dependía de la sede de Palencia.

La más vieja reliquia teatral española es el Auto de los Reyes Magos, cuyo texto, incompleto, no nos habla de pastores, pero sí las noticias que de este texto tenemos. Las Memorias de Felipe Fernández Vallejo (F. Lázaro, p. 24) ."son especialmente interesantes porque, en ellas, encontramos la primera referencia a la Representación de los Reyes Magos. "Téngolas -afirma Fernández Vallejo- por una de las representaciones de las más antiguas de nuestra nación" y nos informa -añade Lázaro- de dos ceremonias de carácter dramático que aún se celebraban en su tiempo, y cuyo origen medieval parece evidente: una desarrolla el Officcium pastorum y la otra es un canto de la Sibila: ambas se representaban en la noche de Navidad. Lo que nos interesa es esta dramaturgia que se ajusta a la fórmula que se ha conservado hasta 1961 en Castroponce. "Desde el principio de la misa -escribe Lázaro. Carreter- salen los clerizontes vestidos de pastores, y van al altar mayor por el Postigo, y están arriba en lo plano mientras se dice la misa cantada y bailando". Que se suprimiesen los bailes por licenciosos o excesivos, importa ahora poco, pero sí que la primera antífona era la de Quem vidistis pastores y, al desarrollarse el ritual, los cantallanistas y cantores se extienden en .este diálogo:

CANTALLANISTAS: Bien vengades pastores que bien vengades. Pastores do anduvistes? Decidnos lo que vistes?
CANTORES: Que bien vengades.
CANTALLANISTAS: Pastores de ganado decidnos buen mandado.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Vimos que en Betlhem señores nasció la flor de las flores.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Esta flor que hoy ha nascido nos dará fruto de vida.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Es un niño y rey del cielo que hoy ha nascido en el suelo.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Está entre dos animales embuelto en pobres pañales.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Virgen y limpia quedó la madre que lo parió.
CANTORES: Que bien vengades.
MELODICOS: Al hijo y madre roguemosles plega que nos salvemos.
TODOS: Que bien venpades.

La tradición de esta .representación está recogida en la época visigótica. No olvidemos que Castroponce está en la Tierra de Campos que fueron Campos góticos y en el tercer Concilio de Toledo se habla de estas representaciones. Muy posteriormente en la Partida I, ley 34, tit. VI, de Alfonso X el Sabio, se prohibe una. vieja costumbre sobre las representaciones, advirtiendo a los clérigos que "ni deben ser facedores de juegos de escarnio, porque les vengan a ver gentes como se facen" y se añade que "la Eglesia de Dios es fecha para orar, e non para hacer escarnios en ella" y se puntualiza que "representaciones ay que pueden los clérigos facer, así como .de la nascencia de Nuestro Señor Jesu Christo, en que muestra cómo el ángel vino a los pastores e como le dijo como era Jesu Christo nacido. E otrosí de su aparición, como los tres Reyes Magos le vinieron a adorar".

Pastores y reyes aparecen conculcados. El texto fragmentario de la Representación de los Reyes Magos no deja paso a los pastores, pero nada hace suponer que no se prolongase. Menéndez Pidal sólo pudo reconstruir el texto, 147 versos sobre la publicación anterior de Amador de los Ríos. Sobre datos paleográficos fue fechada, acaso discutiblemente, en el siglo XII por Menéndez Pidal. Gómez Manrique escribe otra representación, en la que figuran los pastores pero no los reyes. Parecería que se trata de dos enfrentamientos distintos ante el nacimiento de Jesús. Sí interesan, veremos más adelante por qué, estos versos que Manrique pone en boca del labrador que figura a San José:

Oh, viejo desventurado
negra dicha fué, la mía
casándome con María,
que me tiene deshonrado.

Yo la veo bien preñada,
no sé de quien ni de cuanto.
Hablan del Espíritu Santo
mas yo de ésto no sé nada.

La Corderada de Castroponce no puede ser anterior al siglo XV; basta una simple lectura, pero recoge una tradición medieval. Aquí se dice, y se canta, algo semejante:

Reparó un día José
que el vientre estaba crecido
de su esposa, y asustado
decía consigo mismo:

"Inmenso Dios de Israel,
Señor, ¿qué es esto que miro?
Ver a mi esposa preñada,
aquí hay misterio escondido.

Si hay misterio no lo sé,
ni mi esposa me lo ha dicho
quiero ausentarme y dejarla
donde no sea conocido.

En los Evangelios apócrifos encontramos expresiones similares de desconfianza en el casto José. En el Pseudo Mateo (cap. X) se cuenta el regreso del carpintero tras meses de trabajar lejos de María: "Señor Dios, recibe mi alma, porque más vale morir que vivir". Las vírgenes que cuidan de la virgen María le explican que a diario un ángel conversaba con ella y hasta suspicazmente le añaden: "si quieres que te declaremos nuestra sospecha, nadie la ha puesto encinta, sino es el ángel de Dios". José, que ha jurado cuidar la virginidad de su joven esposa no puede reprimir su protesta: "¿Por qué queréis confundirme, haciéndome creer que quien se ha unido a ella es un ángel de Dios? ¿No parece más seguro que un hombre haya fingido ser un ángel de Dios y la haya engañado?". Y al decir esto lloraba y exclamaba: "¿Con qué cara me presentaré en el templo del Señor? ¿Cómo osaré mirar a los sacerdotes? ¿Qué haré?". En el sueño (cap. XI) el ángel le dice: "lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es". Despierto, sosegado, José habla con María y las vírgenes y, consolado, confiesa a su esposa: "He pecado por haber abrigado sospechas contra ti". En el Evangelio de la natividad de María (cap. X), se cuenta que comenzaba el cuarto mes del matrimonio, "y, en el intervalo, el vientre de la virgen se había hinchado hasta el punto de manifestar su embarazo, cosa que no pudo escapar a José [...]. y comenzó a agitarse ya turbarse, ignorando lo que le seria preferible hacer. Como hombre justo no quería entregarla, y, como hombre piadoso, no quería infamarla, haciendo recaer sobre ella sospecha de fornicación, pensó pues en disolver secretamente su matrimonio, y en secretamente devolverla". La Historia copta de José el carpintero (cap. V y VI) incide en tonos parecidos. La Historia de José (cap. V y VI, coincidencia de capítulos en un relato) presenta al arcángel Gabriel, también en sueños, aclarándole el misterio. ¿ Cómo este tema persiste durante siglos en una celebración religiosa que se efectúa por última vez en tierras de Valladolid en 1961? La recurrencia del tema, el asombro ante el milagro o misterio está explicada si se celebra un nacimiento y se cuestiona la paternidad. Pero los Evangelios se depuran y quedan los que ya valen como norma y dogma, los sinópticos. Incluso las Biblias protestantes rechazan los apócrifos, pero han tenido vigencia, han sido un intento de explicación, ingenuo y sencillo de lo inexplicable, inefable o milagroso. Añadamos todavía el tema de El Auto de la confusión de San José suprimido en 1588 por la Inquisición, tema estudiado por Rodríguez Moñino y Edward M. Wilson (en Abaco, nº2), que plantea problemas de superchería y falsificación. La invalidación de un texto nos deja sin embargo algo pendiente: la necesidad de que se haya seguido presentando un problema religioso que llega hasta hoy. En esta zona, que fue frontera de la Reconquista, tierra baldía o de nadie después, más tarde lugar de pueblas y cañada de pastores trashumantes, con no muchas posibilidades de que aquí influyesen las no muy aclaradas heterodoxias de los Begardos y Bellinos, ¿cómo se enlaza con los Evangelios apócrifos, con Gómez Manrique que sigue haciéndose las mismas preguntas ante un misterio de la fe que informa y conforma su vida colectiva?

La Corderada de Castroponce, éste es el tema de meditación, arranca sin duda alguna de una tradición. Es popular, en el sentido de que se ha transmitido a través del tiempo; pero no nos equivoquemos porque tiene un sentido culto con toda claridad. Si se examina el texto nos damos cuenta de que no puede ser anterior al siglo XV. Posiblemente se recogen formas de versificación primitivas o degradadas en la repetición, versos de siete sílabas en la primera parte, algunos de seis, faltas en la asonancia del romance popular y después los octosílabos del romance, fusión o refundición de romances y villancicos, Acabada la cena y Ah del monte que Joaquín Díaz había recogido en Geria y Los celos de San José, en los que he detenido más la atención y que es un romance tradicional que, por su significado religioso que he intentado esclarecer supone la base medieval de esta representación recreada posteriormente.

Quedan todavía más problemas. En 1961 se hizo la última representación de la Corderada. He escuchado atentamente, varias veces, la grabación que me ha brindado José Delfín Val y lo curioso es observar su tono musical. De esto Joaquín Díaz tiene que decir como experto la última palabra; es canción o coro de indudable tono castellano, con su estribillo, la anáfora repetitiva que decimos los lingüistas, pero con palabras relativamente modernas. Salta siempre un "paraninfo" de indudable raíz culta. Pero es una representación, un auto, un rito sacro con vetas de heterodoxia, en el que se han ido acumulando elementos expresivos que le han restado pureza y algo de ingenuidad. Parte de lo que no se canta y dice el mayoral, que suena en prosa, puede reconstruirse en verso. De origen culto se vuelve en popular o anónimo por la dificultad expresiva. Bastaría este ejemplo no cantado y dicho en prosa por el zagal:

Calla la boca mayoral
no me andes con embajadas,
si vuelves a despertarme
y me quito la zamarra
con el cayado que traigo
te romperé las espaldas.
Toda la noche has andado
cavilando en cosas varias.

La corrección métrica es fácil. Sin embargo, lo que más importa es que hasta 1961 se conservase en este texto la unión del auto de los pastores y la presencia de los Reyes Magos, así como las lamentaciones de José que enlazan con una tradición herética y el gesto de mantener una representación que parte de los tropos en román paladino y se enlaza con el teatro medieval. y hay más aún. Ya hemos hablado de la prohibición que se hacía de estos actos dentro de la Iglesia, y sin embargo, la Corderada, empezaba llamando al cura y luego en !a Iglesia, bajo la lámpara central se celebraba el rito.

El valor literario es claramente muy discutible. Lucas Fernández y Juan de la Encina habían cuidado textos semejantes como Gómez Manrique. Pero esta Corderada es testimonio, como otros perdidos, de una tradición medieval, transformada, a veces mejorada, otras degradada, de un esfuerzo ritual, escénico, en el que representación y música se mezclan en la consecución de un espectáculo. y hay que hacerse una pregunta sin respuesta. Los otros. los conocidos, han quedado sólo en los textos, y otros como este del primer clérigo mentor de esta Corderada, que durante siglos se ha seguido representando, con adiciones, supresiones, ha seguido vivo, actual. como signo de ceremonia, celebración y vida. ¿No es hora de plantearnos un nuevo enfrentamiento con los textos literarios y preguntarnos sobre su vigencia y esclarecer lo que realmente es popular. clásico o vivo, o lo muerto en los textos impresos por mejores que sean? La pregunta, como todos los interrogantes, es una extraña curva que queda en el aire.

LA CORDERADA O PASTORADA DE CASTROPONCE

Venid aquí, pastores,
venid aquí, llegad;
digamos al ministro
"vamos a celebrar,
el misterio divino
de la navidad,
de Cristo redentor
de la Humanidad".
Ya estamos en el atrio
y ya vamos a entrar
a ofrecer nuestra ofrenda
de la Natividad.
Con esta corderilla
que trae el mayoral,
que traen los pastores
de buena voluntad.
Entrar ya, pastor nuestro,
y santiguaos ya
con el agua bendita
que en la pila estará.
Iros para el altar,
hacer preparación,
hacer meditación
ante la Trinidad.
Id ala sacristía
y revestíos ya,
venid con la modestia
que pide el acto tal.
Aquí aguardaremos
hasta que vos volváis
y luego cantaremos
la pastorada ya.

II

A las puertas de este templo
estamos con alegría
con esta hembra cordera
para la Virgen María.
Para entrar en este templo
licencia se necesita
del señor cura primero,
y después de la Justicia.
Licencia ya la tenemos,
y la gracia concedida;
entraremos los pastores
a cantar la corderilla.
Para pasar adelante
tenemos agua bendita
que lave nuestros pecados
y nos quede el alma limpia.
Para poder visitar
a la sagrada María,
hija de Joaquín y Ana,
sin pecado concebida.
Aquella segunda Eva,
la paloma sin mancilla,
estrella de la mañana
que hoy está recién parida.
En el portal de Belén,
con San José en compañía,
el niño Dios ha nacido
en un pesebre que había.
un ángel se lo ha anunciado
a unos pastores que había
allí cercanos durmiendo.
De que saben la noticia,
al portal fueron corriendo
todos llenos de alegría;
al niño Dios adoraron
y a la sagrada María,
y al glorioso San José
que está en su compañía;
veinticuatro de diciembre
sobre las doce serían,
de la noche, más o menos,
fue cuando nació el Mesías
esperado en las naciones,
escrito en las profecías.
Aquel Jesús Nazareno,
aquel que perdió la vida
en el árbol de la cruz
por amor que nos tenía.
Sufrió cinco mil azotes,
aún más creemos que serían
por salvar a nuestras almas
y del todo redimirlas.
Librarlas de lucifer
que cautivas las tenía
ya más de cuatro mil años,
hasta que llegó ese día,
tan dichoso para todos
los que en el mundo vivían
y los que ahora vivimos
y nacerán todavía.
Oh dichoso nacimiento,
oh dulcísima María
que trajiste en tu vientre
a quien tanto nos quería.
Virgen de la Anunciación,
venerada en este día,
la misma a quien los pastores
ofrecen la corderilla.
Que aunque no es de las más grandes
es de aquellas terciadillas:
la poca lana que tiene
es como de seda fina.
Recíbela, santa imagen
con el niño en compañía
que vamos a recostarnos
y luego haremos las migas.
se levante el sacristán,
recoja la calderilla
y se la entregue aun pastor
que la guarde noche y día.
y nosotros, los pastores
a la cama de seguida
hasta que el mayoral llame:
"Camaraditas, arriba".

AQUI COMIENZA LA MISA DEL GALLO, Y CANTA EL ANGEL

Alerta, alerta, pastores,
alerta, alerta, al momento
que yo de parte de Dios
la nueva vengo a traeros.

III

SE LEVANTA EL MAYORAL Y DICE

¡Santo Dios! ¡Virgen Santísima! Qué palabras tan dulces acaban de oír mis oídos, y qué paraninfos tan bellos acaban de ver mis ojos, y qué luz tan resplandeciente., que alumbra más que e.¡ lucero de la mañana. Qué maravilla y qué prodigio; qué misterio tan grande,. Pero, Señor, estaré soñando, despierto o dormido? Casi no lo puedo creer; yo estoy turbado, extasiado y aturdido. ¿ y qué haré, en este caso? Nada puedo hacer, porque en estos mismos momentos se me acaba de oscurecer aquella clara luz que en lo alto divisaba. Mis compañeros duermen a pierna suelta y no me parece bien llamarles. Si me echo, no duermo; de pie no puedo estar porque me están temblando, las pantorrillas. Al fin, volveré a mi cama y si vuelve a repetirse llamaré a mis camaradas.

SE VUELVE A ECHAR EL MAYORAL Y CANTA DE SEGUNDA EL ANGEL

Alerta, alerta, pastores
alerta, alerta al momento
que yo de parte de' Dios
la nueva vengo a traeros.
Ea, que hoy ha nacido
ea, sobre nuestro suelo
ea, el hijo de Dios
el redentor de los cielos.

SE VUELVE A LEVANTAR EL MAYORAL Y DICE

¡San Antonio bendito! Qué voz tan sonora vuelve a repetir y qué ángel tan hermoso vuelvo a ver ; qué luz tan resplandeciente que creo que ilumina todo el universo; qué milagro tan grande y qué misterio tan escondido. yo no lo puedo comprender; voy a llamar a mis compañeros a ver si hay alguno entre ellos que lo comprenda, aunque creo no habrá ninguno.
¡Compañeritos, arriba! Levantaros camaradas.¿No habéis oído cantar una voz, cantando con tanta gracia? Bien se ve, señores, que estáis a gusto en la cama.

SE LEVANTA EL ZAGAL ENFADADO CON EL MAYORAL Y DICE

Calla la boca, mayoral;
no me andes con embajadas;
si vuelves a despertarme
y me quito la zamarra,
con el cayado que traigo
te he de romper las espaldas.
Toda la noche has andado
cavilando en cosas varias,
haciendo mil calendarios
sin dejarme dormir nada.
Echate porque te arreo;
mira que yo no ando en chanzas.
Déjate de paraninfos,
de luceros ni carambas.
Lo que quiero es almorzar
que ya no veo de ansias;
me voy a hacer unas migas
bien compuestas y con grasa.
Compañeros, ¿qué decís?

TODOS
¿Qué hemos de decir, zagal?
Que esa es buena palabra.

AYUDANTE
Levántate, zagalín,
llena el calderillo de agua.

ZAGALIN
Ya lo he llenado, señor,
del pozo que está bien clara.

AYUDANTE
Arrima leña, Pascual;
de la seca, para que arda.

PASCUAL
Señor, aquí está la leña;
una tea hace falta.

DAVID
Yo voy a prender la lumbre;
aquí teas yo traigo
y pondré el calderillo
pa que hierva sin tardanza.

ZAGAL
El calderillo ya hierve;
las sopas ya están migadas.
Ea, vélas, aquí están.
Las voy a echar ambuestadas.
El ajo voy a majar
que las dé mucha sustancia;
también he de echar pimiento
con abundancia.
De grasa estando compuestas
las comeremos con ganas
y después de que almorcemos
volveremos a la cama.
¿ Tú qué dices, mayoral?
Dormiremos de buena gana.

MAYORAL
Calla, calla, libertino,
que no tienes crianza;
vergüenza no la conoces,
pero leyes no te faltan.
Lo que sabes es comer,
y correr tras de las cabras.
De la misa, no te acuerdas;
rosarios no te hacen falta;
no crees en ningún misterio
de la religión cristiana.

ZAGAL
Vaya, vaya, mayoral,
si de otra cosa no me hablas
me voy a comer las migas,
que ya están arremojadas.
Vosotros, compañeros ¿qué decís?

TODOS
¿Qué hemos de decir, zagal?
Que las migas ya debían estar en la panza.

MAYORAL
Camaradas, a comer las migas al instante, nonos vaya a suceder lo del sueño del perro. Prepara las cucharas, zagal, y todos a comer las migas como hermanos.

ZAGAL
Sí, sí, y parlar poco, que oveja que bala bocado que pierde.

AYUDANTE
No te faltan leyes, zagal; ten prudencia y calla.

ZAGAL
Demasiado callo cuando no hablo. No volveré a hablar palabra. ¿Os gustan las sopas?. Así tuviéramos otras...

CANTA EL ANGEL POR TERCERA VEZ
Andad, andad pastorcitos
andad deprisa y corriendo
andad que allí le veréis
en unas pajas durmiendo.

SE LEVANTA EL .ZAGAL Y DICE

¡Dios eterno! ¡Dios poderoso! Principio y fin de todas las cosas. Qué dulce voz acabo de oír. ¿Qué lucero de la mañana se me ha oscurecido?. Sin duda son los prodigios y maravillas que decía mi mayoral...Ya lo creo y no puedo menos de creerlo; desde ahora me arrepiento de todo: ¡Misericordia! Perdóname, mi mayoral, las injurias que te he hecho. Ya no quiero más migas; ya no quiero más almorzar. Y vosotros, ¿qué decís, amables compañeros?, que ya os veo pasmados, extasiados y aturdidos. Hablar siquiera una palabra para consolarme.

TODOS
Iremos y confesaremos que hay encerrado un grandísimo misterio, y que todo cuanto decía nuestro mayoral es cierto. Dejemos las migas; nadie queremos almorzar: teniendo a Dios con nosotros., para qué queremos más consuelo. ..

ZAGAL
Bien, bien, compañeros, ya todo nos sobra. ..Voy a recoger el calderillo, las cucharas y todos los avíos. Le seguiremos a nuestro mayoral, y por si acaso salimos de aquí, meteremos todos los avíos en mi zurrona.

AYUDANTE
Todos seguiremos a nuestro caudillo aunque doscientas leguas de distancia hubiera.

PASCUAL
De buena gana podremos ir en pos de nuestro segundo Moisés hasta llegar con él a la tierra de promisión.

ZAGALIN
Según ha dicho mi mayoral vamos a ir a Belén, donde nació el niño de Dios.

DAVID
Oh, qué tierra tan buena vamos a llevar; es tan deliciosa que creo ha nacido un pimpollo que da doce frutos al año.

MAYORAL
Queridos y amables compañeros: Habéis de saber que en Belén ha nacido el redentor del mundo, salvador de los hombres: Rey de los Reyes y Señor de los Señores. ¿Queréis venir conmigo a verle y adorarle?

TODOS
Sí señor, enseguida.

EL MAYORAL CANTA
Pastorcitos conmigo
venid en este día,
veréis muchos milagros
y grandes maravillas.

TODOS
Caminemos a Belén
con gozo y alegría
y en el portal veremos
a Jesús ya María.
Al niño Dios veremos
ya su madre querida
y a San José glorioso
que está en su compañía.
Los ángeles del cielo
cantan con alegría
y dan mil alabanzas
a tan dichoso día:
y llegan los pastores,
hinquemos las rodillas,
adoremos al niño
y a la recién parida.
Algo le ofreceremos
al niño de María
de lo que aquí traemos
dentro de las mochilas.

SALE EL ANGEL Y SE PONE JUNTO A LA LAMPARA, Y MIRANDO A LOS PASTORES, CANTA EN ALTA VOZ
Nació el Rey, nació el Rey.

RESPONDEN LOS PASTORES
De los cielos y la tierra, Jesucristo nuestro bien.

IV

SIGUE EL ANGEL
Nació el hijo de María,
Jesucristo, nuestro bien,
para librarnos a todos
de las manos de Luzbel.
Vino al mundo por salvarnos
pues que sabía muy bien
que nos tenía cautivos
para siempre Lucifer .
Para que nos lleve al cielo
ya todos juntos con él
cantemos mil alabanzas
por siempre jamás, amén.
Andad ,andad, pastorcitos
al niño Dios a ofrecer,
sacando de las mochilas
si alguna cosa traéis.

V

MAYORAL
Yo te ofrezco mi niño
esta zamarra
para que así tu madre
te haga la cama
vaya
Vaya de fiesta el niño
ea
toquen las castañuelas.

ZAGAL
Yo te ofrezco mi niño
esta manzana
porque tiene tres cosas
significadas. ..Vaya. ..

AYUDANTE
Yo te ofrezco mi niño
tres avellanas
por ser las tres potencias
que tiene el alma. Vaya. ..

DAVID
Yo te ofrezco mi niño
siete piñones,
del Espíritu Santo
los siete dones. Vaya...

ZAGALIN
yo te ofrezco mi niño
esta zamarra
para que así lleves
a la gloria mi alma. Vaya...

ZAGALA
Yo te ofrezco mi niño
esta mantilla
para que así te envuelva
tu madre querida. Vaya...
Yo te ofrezco mi niño
este fajero
para que así te envuelva
tu madre luego. Vaya...

2ª ZAGALA
Yo te ofrezco mi niño
esta corona
para que así me lleves
mi alma a la gloria. Vaya...

ANGEL
Yo te ofrezco mi niño
de estas mis manos
un par de pajaritos:
Verles volando. Vaya...

EL QUE OFRECE LA CORDERA
Yo te ofrezco mi niño
esta cordera
en nombre de este pueblo
que hoy te venera. Vaya. ..

VI

MAYORAL
Niño recién nacido,
salvador de los hombres,
el alma te ofrecemos
y nuestros corazones.

TODOS
Nació de María
Jesús nazareno
qué puro, qué hermoso,
qué lindo y qué bello.

VII

LAS ZAGALAS
Hay una doncella,
dicen que parió
un niño más lindo
y rico, que el so1.

TODOS
Repiquen panderos
con gran devoción
cantemos zagales
que ha nacido Dios.

ZAGALAS
Sus cabellos rubios
de oro fino son
que adornan su rostro
llenos de primor.
Repiquen...

La rosa enmudece
al ver su color
y todas las flores
le rinden su amor.

Las aves trinando
van alrededor,
alternando cantos
ante el creador.

Decidnos, María
decid por favor
quién es ese niño
que madre sois vos.

Este es el mesías
este es nuestro Dios
a quien todos rendimos
culto adoración.

SE CANTAN LOS CELOS DE SAN JOSE

VIII

Estando un día la Virgen
ocupada en su ejercicio,
leyendo las profecías
en que Isaías ha dicho:
"Concebirá una doncella,
parirá el Verbo divino",
hincándose de rodillas
de aquesta manera dijo:

-¿Quién será aquella señora?,
quién la hubiera conocido
para postrarme a sus pies
y acudir a su servicio!

Estando en estas palabras
vio entrar un paraninfo,
en forma de mancebo joven,
dispuesto y bien parecido.

Traía cadena de oro
y un arrogante vestido;
traía una cruz en el pecho
engarzada en oro fino.

Hincándose de rodillas
de aquesta manera dijo:
-María, llena de gracia,
el señor está contigo.

Yo soy el ángel Gabriel
que vengo del cielo empíreo
a traer una embajada
que me envía el rey divino.

Sabed que concebiréis
y habréis de tener un hijo
que en la casa de Jacob
reinará en eternos siglos.

Quedó turbada la Virgen
y al ángel le ha respondido:
-yo no conozco varón
ni nunca le he conocido.

¿Cómo, tengo de ser madre?
y el ángel le ha respondido:
-No hay nada imposible a Dios
el espíritu divino
ha de nacer de la sombra.

Humilde, ella ha respondido:
Cúmplase en mí tu palabra,
altísimo rey divino.

De su purísima sangre
formó un cuerpo pequeñito,
crió un alma tan perfecta
y la unió a la de, este niño.

Quedó el vientre de María
más rico que el cielo empíreo.

Diez mil ángeles custodios
para su guarda han venido.

Visita a Santa Isabel
luego que a su casa vino.

Reparó un día José
que el vientre estaba crecido
de su esposa, y asustado
decía consigo, mismo:

-Inmenso Dios de Israel,
Señor, ¿qué es esto que miro?
Ver a mi esposa preñada...
aquí hay misterio escondido.

Si hay misterio no lo sé
ni mi esposa me lo ha dicho;
quiero ausentarme y dejarla
donde no sea conocido.

Rogaré a Dios la defienda
del mundo y sus enemigos.
y si me voy sin María
¿a quién llevaré conmigo?

Muchacha joven, sin padres,
¡qué dolor tan excesivo!
¿Cómo viviré, sin ver
aquellos ojos divinos,
aquel mirar halagüeño.,
aquel rostro cristalino
que llena mi corazón
de pensamientos divinos?
¿ yo sospechar en María?
¡Mi Dios, y que me, haya sido
infiel, no puedo creerlo!
De pensarlo estoy corrido;
pero todo pesa menos
que ver en mi esposa un hijo.

Se retiró a su aposento
y recogió en su saquito
su ropa y algún dinero
antes de tomar camino.

Se echó a descansar un rato,
luego se quedó dormido.

La Virgen, que no ignoraba
de San José los designios
se retiró a su oratorio.,
postrada en el suelo dijo:
-Dulce hijo de mi vida,
no estará bien, hijo mío:
Vuestra madre sin esposo,
Vos sin padre putativo.

En esto entró San Gabriel
en su aposento y le dijo:
-Despierta José y levanta,
que grande dicha has tenido,
que el preñado de tu esposa
es por misterio divino;
que a salvar al mundo viene
el Mesías prometido,
ponle por nombre Jesús.

Quedó José agradecido.
Se fue al cuarto de su esposa
y de repente la ha visto
en un soberano éxtasis
con un resplandor divino.

Hincándose de rodillas
de aquesta manera dijo:
-Esposa del alma mía,
¿de dónde yo he merecido
tener esposa tan santa
y ser padre putativo
del mismo hijo de Dios?

Por vuestro hijo os suplico
le pidáis me dé la gracia
para ayudar a serviros.

Yo os pido me perdonéis
lo desatento que he sido.

Entonces dijo la Virgen:
-yo señor soy quien os pido
perdón de no daros cuenta
del sacramento escondido,
pues que no estuvo en mi mano
la voluntad de decirlo.

Con esto se sosegó
su corazón afligido.

Pidamos a esta señora
nos alcance de su hijo
nos dé paz en esta vida
y nos lleve al cielo empíreo.

A CONTINUACION SE CANTA "EL ORIENTE"

IX

EL ORIENTE

En un portal pobre
de muy poco abrigo
nació el rey del cielo
temblando de frío (bis)

Mantillas no tiene
ni donde envolverle,
sólo en unas pajas
nació en un pesebre.

En aquel pesebre,
entre hierba y heno,
en sin más haberes,
en sin más consuelo.

Los ángeles bellos
volando y corriendo
van a dar noticias
de aquel gran misterio.

Por todas las sierras
iban dando voces,
humildes llegaron
todos los pastores.

Los pastores vienen
con gran alegría,
adoran al niño
y aman a María.

Los iban diciendo
harán unas migas
en el calderillo
que ellos traían.

También a tres reyes
noticias les dieron
que había nacido
el rey de los cielos.

Estos tres monarcas
con grande contento
dispusieron viaje
en tiempo de invierno

Dispusieron viaje,
luego caminaron,
la estrella les guió,
les iba alumbrando.

La estrella les guió
hasta que llegaron
a ver a la Virgen
y al niño en sus brazos.

Le ofrecen los dones
que ellos trajeron
les recibe el niño
dándoles obsequio.

Oh, qué humildad tienen
los padres del niño
para dar ejemplo
a los que vivimos.

Como Dios es hijo
del eterno Padre,
como si lo fuera
de la Virgen madre.

Cuando por el Oriente
salía la aurora
caminaba la Virgen
nuestra señora.

Tan linda y reina
que los cielos la envidian;
bendita sea.

En sus puras entrañas
con alegría
lleva al rey de. la gloria
la Virgen pía.

Fragante rosa:
Ay, qué madre tenemos
tan amorosa.

Montes., prados y selvas,
plantas y flores
a la Virgen le cantan
dulces favores.

Ay, qué dulzura,
ensalzar a María
las criaturas.

San José, que a la Virgen
va acompañando
con amantes suspiros
dice llorando:

Prenda adorada,
ay, lo que siento al veros
tan fatigada..

Ay, paloma divina,
ay, mis amores,
¡quién aliviar pudiera
vuestros dolores!

Ay qué tormento,
si mi alma se me anega
de sentimiento.

La Virgen, que del santo
la pena siente
le consuela amorosa
y tiernamente.

Y entre ternezas,
alivia los cuidados
que le molestan.

Por ti siendo, María,
mal tan molesto,
para pasarlo, Dios
dará el esfuerzo.

Así confío
su voluntad se cumpla,
esposo mío.

Ya sus doradas luces
el cielo niega
cuando la Virgen pura
a Belén llega.

Albergue no hallan;
a la puerta llamaron
de una posada.

El mesonero al punto
de mala gana
asomó la cabeza
por la ventana.

Voto a, y voto,
¿a qué vienen metiendo
tanto alboroto?

Venimos, dice el santo
con gran congoja
a suplicarte amigo
que nos recojas.

A quien te habla
ya esta hermosa doncella
que está preñada.

Preñadita y hermosa,
niña y doncella,
¿quién ha visto en su vida
cosa como ella?

Esas son flores
pues tantas en el mundo
ya no hay, señores.

A quien trae dinero
mi casa está lista,
pero quien no lo tiene
Dios les asista.

De aquí se alejen,
con pacífica calma
mi casa dejen.

A un portal venturoso
se retiraron,
donde, un buey y una mula
les albergaron.

Dos animales
enseñan a los hombres
a ser joviales.

Allá a la medianoche
del mayor día,
'Dios nació de su madre,
Virgen María.

Ay, qué delicia,
albricias, serafines,
cielos, albricias.

Envuélvele, la Virgen
para adorarle
y San José bendito
quiere arrullarle.

A la ro., ro, ro
que mi niño se duerme
no lo inquieten no.

Los cielos adornaron
de alba la noche
viendo el sol que nació
a media noche.

Los ecos suenan:
Gloria a Dios en los cielos,
paz en la tierra.

Un ángel, como un cielo
de resplandores
les lleva la noticia
a los pastores.

Desde Egipto.,
van a ver al infante
recién nacido.

¡Ah del monte, ah del valle,
ah de las selvas!
Ya nació Jesucristo,
el gozo vuelva.

Suenen sonajas,
flautas y tamboriles
háganse rajas.
Tocó el Rabel Domingo
con mil fugasetas
y María y Tomasa
las panderetas.

Cid la zampoña,
Bato las castañuelas,
Gil la zambomba.

A Belén presurosos
fueron llegando
y al niño muy humilde
Dios, le adoraron.

Ay qué bonito,
¿no ves cómo se ríe
Jesús bendito?

Su venerable padre
cómo tirita,
pero su madre, cielos,
qué, señorita.

Bella serrana,
bendito sea el fruto
de tus entrañas.

Unos le dan mantillas,
otros pañales,
fajas y babadores
muy especiales.

Dulces famosos
cuajada y requesones
bien mantecosos.

Como alegres brindaban
la noche buena,
delante del sol, todos,
tienen la cena.

Sacan pan blanco
y una bota bien llena
para echar tragos.

La longaniza cuelga
cien más curados,
pero tras de las migas
se van los daños.
y alegres comen
sin dejar cosa habida
en los zurrones.

En engullir parecen
lobos traviesos
pero se ve que roen
poco los huesos,
pues la cecina
a medio asarla tragan
y con ceniza.

Oye, Mingo, tú comes
salchicha rancia;
parece que te embobas
con la ganancia.

Como arrebañas,
el que come torreznos
no asa castañas.

Llevan aquesta presa
a la parida,
que sea a nuestro valle
muy bien venida.

Ay, qué tesoro,
los cielos la bendigan,
que es como un oro.

Venga, dijo Pepete,
la bota amada,
que las migas se pegan
a la garganta.

Ay, picarillo,
vaya tú, tío Calzones,
echa un traguillo.

No te descuides, Bota,
come por puntos,
mira que el viejo tiene
el diente agudo.

La bota ande
para que el viejecito
no se atragante..

Antón cayó de hocicos
entre las pajas
y Pepacho le dijo:
¿Subes o bajas?

Y al fin brindaron
que salud les dé el cielo
por muchos años.

Acabada la cena
tan excelente
ante el niño bailaron
alegremente.

Blas con Antón,
Juan salió con Domingo,
Gil con Ramón.

Luego se despidieron
del tierno infante
besándole las manos
a cada instante.

La Virgen santa
de sus amantes dones
les dio las gracias.

Una estrella a tres reyes
condujo ufana
a adorar al lucero
de la mañana.

Y reverentes,
de incienso, mirra y oro
le dan presentes.

Bendito sea el niño
que hoy nos recrea,
y su madre preciosa,
bendita sea,
florida palma,
salud, vida y consuelo
de nuestras almas.

Oh maravilla rara,
nace Dios hombre
para ofrecer su vida
por sus amores.

Con tal victoria,
a todos nos ofrece
la eterna gloria.

DESPEDIDA DEL MAYORAL

Adiós Jesús amante,
adiós gracioso niño,
haz pronto que tu Padre
nos lleve al paraíso.

Adiós Virgen santísima,
consuelo de afligidos,
del pecador refugio;
no olvides a tus hijos.

Adiós gran patriarca,
adiós José Bendito,
sé tú nuestro abogado
ante tu amado niño.

Adiós Sagrada Familia,
que allá en el paraíso
podamos alabaros
por los siglos de los siglos.

Adiós que marchamos
dejando este templo
saltando de gozo,
llenos de contento.

Auxilio pedimos
para este pueblo
y para las almas
que están en el templo.

Marche el señor cura
y nos en la paz.
Que nos vamos todos
los pastores ya.

Marche la Justicia
iros en la paz
que nos vamos todos
los pastores ya.

Marchen ya los fieles
los que aquí están,
los grandes y niños,
los de más edad.

Marchad, pastorcitos,
marchad mayoral,
y los zagalillos
iros, iros ya.



NOTAS A LA CORDERADA DE CASTROPONCE

SALCEDO, Emilio

Publicado en el año 1980 en la Revista de Folklore número 0.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz