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María Moliner define el dicho como frase hecha que contiene una máxima o una observación o consejo de sabiduría popular.
Estas muestras de sabiduría popular, caracterizadas por su brevedad, abundan en Valladolid y pueblos de la provincia, de donde proceden las que insertamos seguidamente.
Estas expresiones coloquiales no nacieron caprichosamente; todas tienen su génesis, su curioso por qué que intentamos poner de manifiesto en las páginas siguientes.
AL HIGUI
El Diccionario define (¡Al higuí! como diversión propia del Carnaval, que consiste en ofrecer a los niños para que lo cojan con la boca un higo que se tiene en movimiento pendiente del extremo de una caña.
Las máscaras que así se divertían incitaban a los muchachos diciendo:
Al higuí, al higuí;
con la mano no,
con la boca sí.
Según Rodrigo Caro, en su obra Días geniales o lúdicros, este juego es muy antiguo, y cita unos versos del griego Aristófanes que hablan de un anciano:
Todo el día en su casa está sentado
la boca abierta, el cuello levantado,
para tragarse al triste pasajero,
como cuando el muchacho está aguardando
al higo, que del hilo está colgado.
ANDAR A LA GREÑA
Este dicho significa el acto de trabarse en disputas dos o más personas.
El Diccionario define la greña como masa de pelos revuelta y mal compuesta, propia de personas poco o nada cuidadosas en su aseo personal. Esta forma de desaliño era bastante frecuente en otros tiempos entre las mujeres de baja condición social, las cuales, por otra parte, al enzarzarse en la pelea, hacían presa obstinada de sus respectivas cabelleras.
CAER DEL BURRO
Reconocer el yerro o la falta.
Cervantes, en El Quijote (segunda parte, capítulo XIX), afirma: «Yo me contento de haber caído de mi burro y de que me haya mostrado la experiencia la verdad. »
COGER UNA TURCA
Coger una turca significa emborracharse.
Batús, en La sabiduría de las naciones, señala que coger una turca alude a los turcos o mahometanos a los cuales su religión les prohíbe tomar bebidas alcohólicas. Cuando infringen la ley, se entregan con tal placer y exceso que les produce un efecto terrible, hasta coger lo que se llama una turca o borrachera.
COMER LA SOPA BOBA
En la antigüedad ciertos monasterios y conventos tenían por costumbre repartir a mediodía a mendigos y a estudiantes menesterosos escudillas de caldo con trozos de pan, al que denominaban sopa boba. A los estudiantes que sólo con eso se mantenían, se les llamaba sopistas, y por extensión el dicho de «comer la sopa boba» se aplicó a la conducta de los que por holgazanería viven a costa de los demás.
COSTARLE LA TORTA UN PAN
Se dice cuando a uno le cuesta un objeto más de lo que vale.
Quevedo, en su Cuento de cuentos, escribe: «Le advierto que si no calla le ha de costar la torta un pan.»
Jacinto Polo de Medina, en su Fábula de Pan y Siringa (1664), afirma:
Yo le juro que si a otros
les cuesta grandes desgracias
la torta un pan, que a Siringa
le ha de costar una hogaza.
DAR GATO POR LIEBRE
Esta frase coloquial significa dar bajo la apariencia de legitimidad un objeto de inferior calidad.
Siempre ha pesado sobre las hospederías dudosa fama respecto las comidas. Tanto era el descrédito de estos establecimientos, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la comida, en el que aquellos, puestos en pie, reataban los siguientes versos delante del asado:
Si eres cabrito,
mantente frito;
si eres gato,
salta al plato.
Por virtud de este conjuro, jamás llegó a aclararse ninguna sospecha de superchería, pero la expresión «dar gato por liebre» quedó en el lenguaje coloquial.
DAR UN CUARTO AL PREGONERO
Este dicho significa hacer que se sepa públicamente lo que no se debería sacar de puerta afuera.
Procede de que los vecinos de los pueblos acudían al pregonero para que, mediante una propina, pregone sus frutas, vinos, etc., o algún objeto perdido.
DE BOTE EN BOTE
Dícese del espacio o local completamente lleno de gente.
Julio Casares afirma: «De bote en bote es el modismo francés de bout a bout, que en nuestra lengua no tendría explicación, puesto que ninguna de las acepciones castellanas de bote podría servimos para el caso.»
EL TIEMPO DE LAS VACAS GORDAS
Dicho con el que se alude a cualquier período de prosperidad material.
Narra la Biblia que en una ocasión el Faraón tuvo un sueño preocupante: vio cómo siete vacas gordas eran devoradas por otras tantas flacas. Desasosegado por aquel hecho, convocó a los adivinos más renombrados del país, pero ninguno de ellos acertó a dar satisfactoria interpretación a su pesadilla. En vista de lo cual, hizo que compareciese José, hijo de Jacob y de Raquel, que se hallaba en prisión, y éste explicó que las siete vacas gordas simbolizaban a los siete años próximos, que serían de abundancia, mientras que las siete vacas flacas, la escasez y miseria que seguirían a los años anteriores.
EN SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, CANTO LA GALLINA DESPUES DE ASADA
Con motivo de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, un día se hospedó en una venta de Santo Domingo de la Calzada (Logroño) una familia alemana formada por los padres y un hijo, del cual se enamoró la hija del hospedero. El joven no correspondió a la pasión de la moza, y ésta se propuso vengar el desprecio introduciendo en el morral del peregrino una copa de plata. Cuando la familia había reemprendido el camino, la joven denunció el hurto a la justicia, cuyos ejecutores detuvieron a los peregrinos y hallaron el objeto robado en el zurrón del chico, y éste fue ajusticiado. Los padres continuaron su camino a Santiago, rindiendo voto ante la tumba del Santo, y de regreso, al pasar por Santo Domingo, se acercaron al cadalso, donde vieron que su hijo se hallaba sano y salvo junto a la horca, porque la Virgen había impedido su muerte.
Corrieron a comunicárselo al alcalde, pero éste les respondió que lo creería cuando un gallo y una gallina que estaban asando en el fogón comenzasen a volar. Dicho esto por el alcalde, las aves salieron volando. El milagro corrió de boca en boca y quedó enraizado en el lenguaje coloquial el dicho «en Santo Domingo de la Calzada cantó la gallina después de asada».
ESTAR HASTA LOS TOPES
Expresión que se aplica a todo lo que se halla demasiado lleno. El término tope, en el lenguaje marinero, designa el punto más alto de cualquier mástil.
También se llama tope al vigía, situado en lo alto de la arboladura. De ahí que, en el argot naval, para hacer alusión a la sobrecarga ocasional de un buque se haya dicho que va o está hasta los topes.
HABER GATO ENCERRADO
Significa haber causa o razón oculta.
Gato significa también bolsa de dinero hecha con piel de gato y dinero que se guarda en él.
HACER BUENAS (O MALAS) MIGAS
Avenirse, o no, en buena amistad.
Se dice de las personas y de los animales.
Este dicho alude a las migas que guisan los pastores, y puede proceder de la siguiente anécdota: un pastor baturro le grita a otro que está lejos:
-¿De qué pan migo las sopas, del tuyo o del mío?
El que está más alejado le responde:
-Mígalas del tuyo, que con el aire no se oye.
HACER DE TRIPAS CORAZON
Para Covarrubias, «hacer de tripas corazón» significa mostrar uno mucho ánimo siendo interiormente cobarde.
Seijas Patiño, en su Comentario al Cuento de Cuentos, de Quevedo, afirma que hacer de tripas corazón significa esforzarse en disimular el miedo o el sentimiento, y es frase figurativa e ingeniosa, al que le falta corazón para estar tranquilo, hágalo de las tripas, que ascienden a la cavidad del pecho cuando se retienen los suspiros.
HACER EL PRIMO
El término «primo», con el significado de «persona incauta que se deja engañar o explotar fácilmente», está documentado en el teatro de Bretón de los Herreros.
Según Joaquín de Entrambasaguas, en la obra Estudios dedicados a don Ramón Menéndez Pidal, el origen de la expresión «hacer el primo» se halla en las cartas que durante los sucesos del 2 de mayo de 1808 dirigió el general francés Joaquín Murat al infante don Antonio y a la denominada Junta de Gobierno de España.
Murat, al dirigirse a ambos, empleaba la fórmula protocolaria de «señor primo, señores miembros de la Junta: anunciad que todo pueblo en que un francés haya sido asesinado, será quemado inmediatamente...»
Según el protocolo de la Real Casa, el rey daba el tratamiento de primo a los grandes de España en cartas privadas y documentos oficiales. Murat denominó primo al incauto y atontado infante.
LLEVAR EL GATO AL AGUA
De este dicho tenemos distintas versiones.
Para Covarrubias, alude a la dificultad o imposibilidad de realizar una cosa. Sobre el término gatear, afirma: «Antiguamente debieron usar cierto juego en la ribera del río con un gato, y ganaba el que lo metía en el agua; pero como se defendía con uñas y dientes, era muy difícil y peligroso».
Según Rodrigo Caro, en su obra Días geniales o lúdicros, llevar el gato al agua significa vencer a otro en una pelea. Se denominó así a un antiguo juego de chiquillos que consistía en fijar verticalmente un madero horadado en la parte superior, introducían una soga por el citado agujero, ataban a los extremos de ésta a los contendientes, los cuales, vueltas las espaldas, tiraban el uno contra el otro, que el de más fuerza hacía subir al otro a lo alto del madero. Otras veces lo hacen por el suelo cerca de un charco, y el que más puede lleva al otro a gatas para echarlo al agua. Esta última variedad del juego fue el posible origen de la frase que comentamos.
NO DAR SU BRAZO A TORCER
Esta frase coloquial significa mantener con entereza u obstinación el propio dictamen o propósito.
Cejador señala la posibilidad de que esta frase proviene «del jugar a vencer a pulso con el brazo, apoyando el codo y cogidas las manos los dos».
Una cita de fray Diego de Vega apoya esta hipótesis: «No dará a torcer nadie su brazo ni concederá la ventaja a su padre.»
PASAR LA NOCHE EN BLANCO
Este dicho significa pasar la noche desvelado, sin dormir, a causa de cualquier desasosiego o molestia ocasional.
En los antiguos usos de la Orden de Caballería, el neófito que se disponía a ingresar en la Orden debía permanecer en vela, revestido de un sayal blanco, la noche anterior a la investidura para recibir dignamente el espaldarazo ritual.
PONER A UNO EN UN BRETE
Este dicho significa poner a uno en una dificultad o aprieto
Covarrubias afirma que «brete» es un término antiguo; vale lo mismo que potro.Y añade que potro es un instrumento de madera para dar tormento.
PONER UNA PICA EN FLANDES
Significa este dicho lograr algo difícil y complicado.
En tiempos de Felipe IV y bajo la privanza del Conde-Duque de Olivares, España se enzarzó en numerosas aventuras bélicas que ocasionaron la decadencia del país. Los españoles, hartos de tanta guerra inútil, rehusaban alistarse en los tercios expedicionarios, por lo que conseguir una pica en Flandes (es decir, conseguir el reclutamiento de un mozo de pica para situarlo en los Países Bajos) era muy difícil.
POR PASCUAS O POR LA TRINIDAD
Para algunos, el origen de este dicho se encuentra en el cantar de Mambrú:
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá:
si vendrá por la Pascua
o por la Trinidad...
Según Alberto Reyes, esta expresión se remonta a la Edad Media, cuando los magnates estaban abrumados de deudas prometían pagar a sus acreedores en Pascua o cincuenta y seis días después; es decir, por Trinidad.
Se emplea para fijar una fecha ambigua de pago, o cuando no se recuerda con exactitud la fecha.
QUEMARSE LAS CEJAS
Antes de aparecer la luz eléctrica el alumbrado doméstico se hacía mediante velas y candiles de pábilo desnudo. Por ello los que estudiaban por la noche si, por descuido, se aproximaban a la llama, se chamuscaban las cejas.
Este es el origen del dicho «quemarse las cejas» que hoy emplearnos como sinónimo de estudiar mucho.
QUIEN FUE A SEVILLA PERDIO SU SILLA
Expresión coloquial que desaconseja el hecho de descuidar, por ausencia, cualquier ocupación o lugar preferente.
Reinando en Castilla Enrique IV de Trastamara, un sobrino del arzobispo de Sevilla, don Alonso de Fonseca, fue nombrado arzobispo de Compostela, pero presumiendo don Alonso que, debido a las revueltas que agitaban en aquella época a Galicia, a su sobrino le costaría posesionarse del cargo, convino con él en ir a Santiago para allanar las dificultades y que mientras tanto su sobrino le supliese en el arzobispado hispalense. Cuando don Alonso concluyó su gestión y regresó a Sevilla se halló con la desagradable sorpresa de que su sobrino se resistía a abandonar la sede que regentaba. Para deponerle fue necesaria la intervención del Papa y del rey Enrique IV.
SER LA CARABA
Se emplea este dicho para calificar cualquier hecho o suceso insólito, grotesco y jocoso.
Hacia mediados del siglo pasado, con motivo de la Feria de Sevilla, unos gitanos montaron en el Real de la Feria una barraca destartalada en cuyo acceso pusieron este cartel: «La Karaba. Se ve por cuatro reales.»
Se hizo circular el rumor de que allí se exhibía un animal monstruoso y nunca visto, aunque en realidad se trataba de una mula vieja y llena de mataduras.
Cuando la gente que acudía a ver el fenómeno abandonaba iracunda el lugar, una gitana aplacaba los ánimos diciendo que allí no se engañaba a nadie, porque era un animal «quéaraba, quéaraba» mucho en otros tiempos y que ya «no araba» debido a su edad. El eco alcanzado por la divertida superchería acabó por materializar el término «la caraba».
SIN TON NI SON
Frase que significa arbitrariamente, sin ocasión o causa.
Esta expresión aparece ya en Los sueños, de Quevedo: «Así supe cómo las dueñas de acá son ranas del infierno, que eternamente como ranas están hablando, sin ton y sin son (es decir, a destiempo, sin discreción ni sustancia en lo que dicen).
TENER BULA
Significa gozar de un privilegio o ventaja no concedida a los demás.
Este dicho alude a la Bula de Cruzada española, documento pontificio por el cual diversos Papas conceden privilegios, indultos e indulgencias a España; entre ellos, el de poder tomar carne en los períodos en los cuales la Iglesia impone la abstinencia de dicho alimento.
TOCARLE A UNO LA NEGRA
La práctica de la suerte tiene remota ascencia, por creer que Dios manifestaba así su voluntad. En la antigua Grecia, y posteriormente en Roma, la elección de cargos públicos solía confiarse al azar con habas o piedras blancas y negras. La blanca era la venturosa; la negra, la desventurada.
Los colores blanco y negro han sido siempre considerados como signos de felicidad y de desgracia. En la fábula de las Parcas se dice que estas divinidades infernales que tejen y cortan el hilo de la vida, hilaban lana blanca para una vida feliz y prolongada, y lana negra para una existencia corta y desdichada. Y cuando la vida de los seres humanos se acercaba a su fin, hilaban siempre lana negra.
BILIOGRAFIA
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